31: "No quiero una relación abierta"

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Sigo contándole a mi padre sobre la noticia que he visto por la televisión. Siempre que puedo vengo y hablo con él de estos temas. La política y el fútbol siempre han sido sus pasatiempos favoritos. Y aunque ahora ve la televisión, al ser de pago, no puede verla siempre que quiera, solo un par de horas al día.

-Te juro que el presiente ha dimitido y están buscando una nuevo- miento intentando guardar la carcajada que quiere salir del fondo de mi garganta.

-Eso es imposible, no hay forma en que haya sucedido eso- sigue insistiendo.

-De verdad que sí, lo he visto en la tele esta mañana.

-Imposible- niega con la cabeza.

Me río sin poder seguir con la broma porque no hay ni una sola posibilidad de que se lo crea. Mi padre es así, es simplemente genial. Mi héroe que siempre lleva una sonrisa a pesar de toda la mierda que le ha tocado vivir. No hay nadie más fuerte que él en este mundo.

-Está bien, tienes razón, no ha pasado- admito viendo como pone cara de superioridad como siempre que tiene razón.

-Ja, lo sabía, en esto no me ganas renacuaja.

Me puede llamar de veinte formas diferentes y cada una de ellas me van a encantar solo porque me lo ha dicho él, nada más.

Lo miro dudando si decirle la verdad o no, si decirle que un chico va a pagar su tratamiento, pero siendo sincera tengo miedo de que se niegue, así que como la cobarde que soy, me mantengo callada escuchándolo hablar de miles de temas diferentes hasta que mi madre llega cansada por la puerta.

-Dios mío hoy el tráfico era una verdadera mierda- susurra cabreada dándole un beso en los labios a mi padre y dejando caer un beso en mi frente- prefiero ir en transporte público.

Mi padre la mira embelesado y no puedo evitar pensar que quizás Derek y yo seamos así en un futuro, que ambos sigamos amándonos con la fuerza en que lo hacen mis progenitores.

-Eso dices siempre- le recuerda pinchándola.

-Y siempre acaba cogiendo el coche porque me dices que es mejor- rueda los ojos- ya no te hago caso.

Mi padre simplemente se ríe y la sigue mirando mientras ella saca de su bolso una carta que me entrega a mí. Eso si que me descoloca, no he recibido prácticamente una carta en mi vida. O bueno alguna que otra, pero la mayoría publicidad, nada más.

-¿Para mí?- pregunto confundida.

-Sí, ha llegado esta mañana. Es de la universidad.

Siento mi cuerpo temblar porque negué toda posibilidad de cumplir mi sueño y sigo pensando lo mismo, ahora no es el momento. Mi padre me necesita, y no puedo gastarme tanto dinero en una universidad.

-No la quiero- niego con la cabeza- ya iré más adelante.

Los dos bufan cansados porque a pesar de que tengo nota más que suficiente para entrar, e incluso puede que me paguen parte de la carrera, seguimos igual: mi padre no tiene dinero para pagar sus tratamientos.

-Pero podrías ir, al menos algunas clases y- interrumpo a mi madre antes de que siga hablando.

-He dicho que no, y eso mi última palabra.

No tocan más el tema porque el ambiente se ha puesto un poco tenso pero mi padre como siempre está dispuesto a cambiar eso, así que cambia de tema lo antes posible.

-Y dime, ¿qué tal te va por el apartamento?

-Muy bien, estoy genial con mis amigas, no puede ser más divertido.

SEXYS DIAMANTES { #1 Triología Diamantes }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora