La mañana siguiente, todo transcurrió como me lo esperaba. Normal. Abundaban veinteañeros con resaca en la cabaña, y no iba a mentir, yo también pertenecía al grupo.
—Si alguien tiene hambre, hay pizza en el refri —avisó Scott, sosteniendo una lata de bebida energizante.
Moría de hambre, pero no tenía fuerzas para ir a la cocina, y al parecer Stiles también, qué gracioso. Estaba sentado justo en el sofá de enfrente, con Malia colgada de su cuello, y una expresión de incomodidad que gritaba "soy un completo imbécil". Como dije, muy tarde.
Me apenaba que Malia estuviera con él, ya que era capaz de tener relaciones con otras personas en cuanto esta se distrajera. Tal vez era justamente por eso que lo hice, no le estaba mintiendo, le hacía un favor. Si el chico la quisiera en verdad no se habría acostado conmigo.
A pesar de esto, no le diría nada de lo ocurrido, le dejaría ese trabajo a Stiles. Era demasiado bueno como para vivir ocultando ese secreto, pero lo bastante malo como para mentirle.
Ahora ambos se devoraban sus bocas, sin un ápice de vergüenza. No sentía celos, pero otra sensación desconocida me recorría el cuerpo, muy parecida a un escalofrío. Saber que horas antes era yo quien lo besaba desesperadamente me ponía los pelos de punta. Culpa, sentía culpa. La culpa me carcomía poco a poco, mientras los veía en ese sofá tan enamorados el uno del otro.
Estaba siendo parte de algo horrible, otra vez.
La lista de malas acciones iba en aumento, nuevamente:
9. Coqueteé con Stiles Stilinski.
10. Besé a Stiles Stilinski.
11. Me acosté con Stiles Stilinski.
12. Jamás se lo conté a Malia. (?)Buenas acciones, aún continuaban en cero, pero podría cambiarlo. Le diría todo a Malia, le pediría perdón por ser tan zorra y aunque no me perdone, al menos no acabaría perdiendo tiempo de su vida con un chico el cual le sería infiel de una forma u otra.
Un cuerpo masculino se interpuso en mis planes, cuando este habló.
—Estás muy callada —opinó Scott, sentándose junto a mí y percatándose de lo que estaba observando—. Consíganse un cuarto, pecadores.
Todos podíamos entrar en esa calificación, excepto la pobre Malia y Allison. Nombraría a Kira, pero ésta se mudó hace ya tres meses.
Los "tortolitos" se separaron, por lo que me levanté, no me apetecía formar una conversación con ellos. Me bastaba con la culpa que, inexplicablemente, estaba sintiendo.
Salí de la cabaña y, sentada en la escalera de madera, me imaginé confesándole a Malia lo que pasó anoche; conclusión, se convertiría en la cabaña del terror. Sonreí inevitablemente. Nunca sería una buena persona, no era lo mío.
Tal vez podría guardar el secreto.
ESTÁS LEYENDO
malia va a matarme | stydia
FanfictionAcostarte con el novio de tu amiga no está bien, mucho menos cuando éste usa la peor marca de condones.