Alpha17-12

4K 501 164
                                        

Media: Stay, Rihanna cover por Samantha Harvey

Muy a pesar de lo que Yuuri quería, su estadía en la enfermería llegó a su fin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Muy a pesar de lo que Yuuri quería, su estadía en la enfermería llegó a su fin. Su implante ya había sido confirmado y el lugar donde comenzaría a vivir de ese momento en adelante ya estaba listo. Porque sí, la federación no le iba a permitir regresar a sus labores hasta que no confirmaran si estaba esperando un cachorro o no.

Por el momento y hasta que se cumpliera al menos un mes, viviría en un apartamento especial cerca de las facilidades médicas donde sería monitoreado diariamente, pero no con tanto celo como cuando estaba en la enfermería. El acceso a su apartamento estaba restringido pues su implante no estaría controlando las feromonas de su cuerpo.

El apartamento estaba anexado a la sección urbana de tal forma que, en vez de descansar sobre otros pisos, estaba adherido a los pisos superiores. Bajo el apartamento había un gran espacio por el cual transitaban algunas naves oficiales y él podía verlas si quería desde unos ventanales especiales. También podía ver el resto del área urbana si quería, algo que le fascinaba en las noches.

Sin embargo y a pesar de todas las comodidades que tenía, estaba intranquilo. No poder ver a Víctor lo hacía preocuparse por cosas sin importancia. Así pasó una semana entera hasta que le llegó un comunicado en el cual solicitaban su presencia para una corta audiencia. La misma se llevó a cabo en el apartamento.

Dos oficiales de la federación se sentaron a su mesa para informarle del cambio de sentencia del agente Leroy. El joven agente había firmado un acuerdo para participar en unos estudios médicos y estaría siendo hospedado en la misma área que Yuuri, pero bajo custodia. Solo querían informarle para que estuviera al tanto de que la persona relacionada con el accidente de ambos estaba cerca.

Asintió y firmó los papeles que le dieron, que fueron bastantes. Fue en esos momentos que decidió solicitar una segunda visita con Víctor. Los agentes tomaron nota de su deseo de encontrarse nuevamente con el alfa y se despidieron. No volvió a escuchar de ellos hasta cuatro días después. Víctor había aceptado verlo. Preguntó si habría alguna restricción y le informaron que solo habría un par de guardias en la puerta de su apartamento, con un límite de un par de horas si ambos estaban de acuerdo.

Eso lo hizo feliz. Aunque cuando días después Víctor apareció acompañado de los guardias, hubo un par de cosas que lo sacaron de balance.

La primera fue que Víctor aun vestía ropa de hospital. La sonrisa de Yuuri se tambaleó un poco con ese dato. Cuando se fijó en el rostro de Víctor su buen ánimo se derrumbó por completo, sus ojos tenían grandes ojeras bajo ellas y estaban opacos. Los agentes se quedaron fuera de la puerta como habían prometido y el alfa se quedó parado cerca de ella, esperando a que Yuuri reaccionara.

—P-pasa, por favor —el ojiazul miró un poco a su alrededor y caminó en la dirección general que Yuuri le señaló. Al pasar por su lado notó un olor ácido, como a cítricos descompuestos, proviniendo del hombre. Los movimientos de Víctor parecían lentos y pesados. Eso hizo que Yuuri se volviera un saco de nervios a su alrededor.

Alpha17 (Victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora