Alpha17-20

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Media: Titanium, versión Madilyn Bailey.

Es un poquitín más corto de lo usual, pero lleva lo necesario. Ojalá todo siga más o menos como ahora.

Masumi terminó de ducharse y de poner bajo control sus emociones a la misma vez

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Masumi terminó de ducharse y de poner bajo control sus emociones a la misma vez. No era fácil, pero tenía al menos dos años de práctica y eso ayudaba.

Desde el día en que había atacado a Chris su vergüenza y dolor no habían cesado por un solo instante.

Había salido de su trabajo sintiéndose algo pesado. Desde que había recibido su actualización para el implante esa mañana sus sentidos se habían agudizado al punto de volverse una fuerte jaqueca. Pero él tenía demasiados pendientes ese día por lo que se había tomado varios analgésicos y se había quedado a trabajar hasta que terminó todo ya tarde en la noche.

Justo antes de salir le pareció que su secretaria olía raro. Pero lo peor había sido cuando fue a encontrarse con su prometido. No se lo demostró de forma visible, manteniéndose impávido, pero el hombre hedía. Era un olor insoportable, como a comida italiana pasada. Se veía bien de lejos, pero al acercarse hedía de forma nauseabunda. Hizo lo posible por soportarlo mientras cenaban en el caro restaurante al que habían ido.

Sin embargo, cuando su prometido no quiso regresar a su casa e insistió en ir con él al apartamento, cosa que era normal que ocurriera, él ya no pudo soportarlo y le dijo que necesitaba salir a la tienda de víveres. El omega se puso de mal humor y dejó de molestarlo. Días más tarde vería el mensaje en su móvil de cómo su prometido armaba un berrinche y se regresaba a su casa.

Sin embargo, esa noche, salió sin rumbo fijo y en el camino notó que sus piernas se debilitaban un poco. Tomó un atajo que pensó lo llevaría más rápido, pero sus sentidos se confundieron y se perdió. Al cabo terminó sentándose en el suelo para ver si el mareo le pasaba.

No supo cuánto llevaba allí sentado. Solo que alguien con un olor delicioso estaba cerca. Era dulce y picante a la vez, excitante. Se aferró a esa persona con todas sus fuerzas, luego de eso su raciocinio desapareció. Por primera vez su cuerpo parecía estar vivo intensamente. No supo de sí mismo ni lo que hacía, solo que quería más de ese aroma solo para él.

Recuperó su mente unos días después y pudo recordar con lujo de detalles todo lo que había hecho. No pudo entrar a la habitación donde sabía que estaba el hombre al que había abusado por tres días seguidos. El golpe moral de su propio comportamiento casi lo hizo perder la razón de nuevo.

Intentó quitarse la vida, sus acciones le pesaban tanto que creía que moriría de todas formas. Sin embargo, al llegar el momento no tuvo el valor de hacerlo. La mano que sujetaba el arma láser cayó lentamente sin lograr su cometido. Realmente quería morir, pero su propia consciencia le remordía y él no era un cobarde. Tenía que hacer lo correcto y eso era llevar al hombre al hospital donde pudieran atenderlo y luego recibir el castigo por sus acciones.

Alpha17 (Victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora