Almas De Hierro © (En Edicion)

DIECIOCHO

Narrador omnisciente:

A las 10:30 de la noche había un grupo de la CIA y el FBI en los alrededores de la mansión preparándose para allanar dicha propiedad con la información de que hai se encontraba Alexandro Ivanovic, mientras un grupo de los agentes se adentraban a la mansión, otro se ubicaría a los alrededores a la espera de una posible huida de los objetivos.

A los minutos de adentrarse a la propiedad fueron de cubiertos, comenzando así el enfrentamiento de los hombres de ivanovic y de los agentes, así alertando todo aquel en ella de la entrada de intrusos.

Ivanovic y su mano derecha que se encontraban en el despacho, tomaron sus armas y salieron de la habitación para ir hacia el lugar del altercado, si habían pensado que ellos iban a huir estaban equivocados. Unos de los principales principios que tienen el par de amigos es sus hombres pelean ellos igual, el huir es de cobardes y de cada enfrentamiento habían dos opciones de cómo terminaría todo, el que salieran vivos o muertos, y la primera opción era la que predominaba, nunca fallaban y hoy no iba a hacer la excepción.

Amanda que una hora antes había conseguido dormir se despierta abruptamente por el sonido de las balas.

Asustada por lo que ocurre corre hacia la puerta con la esperanza de encontrarla abierta y poder salir de hai antes de que venga hacia donde se encuentra y salir lastimada, al encontrarla cerrada, comienza a patearla, al haber que no ha podrá abrirla va hacia una esquina de la habitación esperando que lo que este pasando afuera termine.

No sabia si todavía era de noche o ya había amanecido, en la habitación no había ni una brecha ni una ventana que le diera inicios de que, si era de noche o de día.

Amanda que se encontraba todavía en una esquina de la habitación con sus piernas cerca de su pecho y su cabeza entre ellas, mira rápidamente hacia la puerta a escuchar como pasos apresurados se dirigen hacia su dirección, con el miedo de quien pueda ser se acerca mas a la pared si esos fuese posible .

No pasa ni 5 segundos para que la puerta sea abierta con brusquedad, haciendo un estruendoso ruido al impactar contra la pared, por el asombro, la ojiverde mira hacia allí, nunca pensó que el ver a Alexandro le causaría alivio, y así es el saber que no la dejaría a abandona en esa habitación mientras son atacados por unos sus enemigos.

-Vámonos. –es lo único se limita a decir, para después ayudarla a parar, al ver que no tiene la suficiente fuerza para correr, la carga en sus brazos para dirigirse hacia la salida trasera de la mansión , donde se encuentra algunos de sus hombres que se encargaran de sacar a Amanda de la propiedad.

Ivanovic no podía estar entre el enfrentamiento al no poder concentrarse con el pensamiento de que en cualquier momento pudieran ir hacia donde encontraba Amanda e ir a llevársela lejos de el, ella paso a importarle desde el momento que ella llego hacia donde el desde ese instantes fue suya. Aunque ella pensara de que solo estaba hay por problemas con su padre, y era todo lo contrario.

Al salir había una camioneta y 5 de sus mejores hombres listos para llevársela lejos de hai.

Al estas solo pasos del vehículo uno de los hombres abre la puerta trasera , con cuidado el Alexandro deja a la chica en los asientos, al separarse unos centímetros de ella se dispone a observarla , esos hermosos ojos verdes que lo cautivaron , ese pelo cobrizo tan intenso cono su personalidad, esos labios que aunque no se atreve a decir en voz alta esta loco por besar, sin poder evitarlo comienza a acariciar su rostro, no se sorprende por lo suavidad de este ya lo suponía todo en ella para El era perfecto.

Sale se su ensoñación al escuchar un estruendo dentro de la mansión, pero antes de irse se acerca hacia ella y deja un beso en su frente, se aleja y cierra la puerta.

-ya saben que hacer. – es lo único que dice antes de dar la vuelta e ir en dirección a la mansión