Almas De Hierro © (En Edicion)

TREINTA Y NUEVE

Capitulo 39

Pongo mis manos en su pecho para alejarlo unos pasos de mí.

—Lo siento si te incomode—se disculpa alejándose.

En silencio se vuelve a sentar en el sillón.

—No entiendo, como pero te has ganado mi confianza, sin ni siquiera conocerte del todo.

—no necesitas conocer mucho a alguien para que te inspire confianza—habla a la vez que se sirve otro trago.

—veo que te gusta beber whiskie—cambio el tema.

—No lo hago a menudo, solo cuando estoy estresado—murmura.

Me siento en uno de los sillones de la pequeña sala.

— ¿Por qué estas estrazado? , no hay razón para que lo estés. Solo estamos hablando—dije un poco incomoda.

MICHAEL

El verla en ese hermoso vestido rojo, que lo único que hacia era resaltar aun más su belleza, se amoldaba a sus curvas.

No es delgada, pero tampoco muy esbelta. Es perfecta.

El ver tan hermosa me hizo tomar valor para acercarme a ella, pero no como amigo.

— ¿y que es lo que mas te ha gustado de mi?— le susurro.

Al principio se queda en shock sin saber que hacer, hasta que después de unos minutos reacciona.

Siento sus manos en mi pecho alejándome de ella.

—Lo siento si te incomode—me disculpo alejándome de ella.

Me acerco a la barra para preparo otro trago.

La escucho decir algo que me deja sorprendido.

Confía en mí.

—No necesitas conocer mucho a alguien para que te inspire confianza—le digo mientras termino de servirme el trago.

Doy un sorbo a mi trago.

Me vuelvo a sentar en el sillón, con la única diferencia de que ella se encuentra frente de mí.

Evado su pregunta.

La admiro en silencio, se que la incomodo. Pero no puedo dejar de verla.

—Por que me miras tanto—dice luego de un rato

—estas my hermosa esta noche—le digo sincero.

Sonrío de lado cuando un sonrojo cubre sus mejillas.

— ¿Gracias?—dice insegura

Me rio.

—cuéntame un poco mas de ti.

Suspira

—como te había dicho no hay tanto que contar de mi—es lo único que dice, se que hay cosas que prefiere no decir, y lo respetare.

— ¿Cuanto anos tienes?—despego mi mirada del vaso, para mirarla a ella.

—tengo 23.

—Pensé que tenías menos. —dice

—si... muchos dicen eso.

Dejo mi vaso en una mesita de a lado.

me pierdo en mis pensamientos, apesar de posser todo lo que tengo, dinero, poder, pero de que sirve eso a la hora de eencontrar personas leales, que apesar de lo que pase esten para mi, como sin dudarlo yo estuviera para ellos. pero no era asi,en este tiempo es muy dificil saber en quien confiar, y mas si eres una persona como yo.

se por que digo las cosas, ya he pasado antes la Decepción, de que las personas que creia que eran mis amigos me traicionen, y todo por el dinero, el dinero no compra la felicidad, lo unico que hace es alimentar la ambicion y el ego. Se ciegan tanto por conseguirlo que no le importa el lastimar a los demas con tal poder.

— ¿Por qué le temes a conseguir amigos?—su pregunta me deja descolocado por uno minutos.

—no temo a tener amigos.

—solo me evito el que me vuelvan a traicionar.