VEINTIUNO

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En algún lugar...

-Estas perdiendo el tiempo Karina ya han pasado acerca de 10 años desde que desaparecieron creo que no es necesario que los sigamos buscando.

-Marcos no perderé las esperanzas... se que están vivos.

Trataba de que las palabras que le decía fueran suficientes para que volviera a tener esperanzas.

Aunque fuere difícil

Escucho un suspiro de cansancio por parte de el antes de vuelva a hacerme ver lo contrario.

-entiende, ha estas alturas es difícil tener esperanza - trata de hacerme entender -hace 10 años que nuestros hijos desaparecieron no hay manera de regresen.

-Tal vez tú ya te resignaste en que nuestros hijos puedan estar muertos pero yo no- me rehusaba a los intentos de marcos por hacerme entrar en razón.

-respeto tus sentimientos pero...

-Marcos por mas que intentes en hacerme desistir de seguir buscándolos, estas perdiendo tu tiempo.

-no me gusta ver como siempre albergas esperanzas de que regresen... de que pasen por la puertas de la casa, o de que uno de nuestros hombres nos llamen con la noticia de que encontraron su paradero, o por lo menos a las personas que se los llevaron-confiesa-pero lo que mas me duele es ver la tristeza en la que te sumerges al ver el pasar los años y ninguna noticia de ellos.

-tampoco para mi es fácil el resignarme pero uno de los dos tiene que se fuerte y afrontar la triste realidad- termina de decir. Lo que provoca que sea difícil de pronunciar palabra alguna.

Se que a el le duele tanto como a mi son nuestros hijos, aquellos que fueron cruelmente separados de nuestro lado.

-Lose. - me limite a decir

-Se que tu deseo cada día es que ellos regresen-susurra luego de habernos quedado en silencio- también es el mío.

Cada día es un martirio desde que esos policías se llevaron a nuestros hijos, nuestros herederos.

Los herederos de la mafia italiana.

Alexandro

El lado izquierdo de la camioneta quedo destrozado, llame a mis hombres para que me ayudaran en abrir una de las puertas ya que las otras eran imposibles de abrir.

- ¡Vengan rápido, la camioneta ah comenzado a incendiarse!- el grito de Sergey hizo que mis hombres se apresuraran, no me había dado cuenta de eso pero al ver hacia al capo de la camioneta vi como comenzaban a salir llamas de esta, era cuestión de tiempo para que el vehiculó explotara.

- Sergey, necesito una palanca- pido al ver como la puerta no se abre.

En segundos tenia la palanca y había comenzado a abrirla, requerí de la ayuda de unos de mis hombres para poder hacerlo.

Sergey y los demás hacían lo posible para que el fuego no llegara hasta el tanque.

La desesperación por momentos podía conmigo, el miedo de perderla ahora que la tengo. Pero tenia que pensar con la cabeza fría, por que en estos momentos cada segundo era de suma importancia.

Suspire de alivio al ver como la puerta cedía, abrí la puerta

Y lo primero que veo es el cuerpo de Amanda inconsciente y el cuerpo de un hombre protegiendo el de ella.

-ustedes sáquelo a el - ordene a los que se encontraban conmigo.

Con cuidado saque su cuerpo, el verla tan vulnerable me hace sentir tan culpable si hubiera llegado tiempo antes nada de esto estaría pasando.

Veo como terminan de sacar a los otros hombre ninguno esta muerto solo inconscientes, me dirijo con Amanda en brazos hacia la camioneta, ya no quiero estar en este lugar, a demás tengo que llevarla al hospital quiero estar 100% seguro de que no tiene ningún daño.

-Sergey, al hospital San Luis-digo cuando ya esta en empezando a conducir.

El recuerdo de cuando se estrellaron se reproduce en mi mente una y otra vez, como una tortura ese momento siempre estará presente, el como casi la pierdo a pesar de tenerla en mis brazos, los sentimientos que antes había sentido no me abandonan.

El miedo y el dolor.

Lo único bueno que tengo en esta vida lo estuve a punto de perder, el solo pensamiento de nunca verla mas hace que la abrase a mi pecho protectoramente.

Fue hace dos años, cuando la vi por primera vez desde ese momento procure por ella, desde las sombras cuidándola, amándola en silencio.

FLASHBACK

-Jefe ya tenemos la información que pidió.

- ¿donde esta?-es lo único que me limito a decir.

-Esta en un colegio de los Ángeles, como estudiante de 3ero-dice Esteban unos de mis hombres de confianza.

Así que hay estas.

-no lo pierdan de vista, no quiero que se escape de nuevo- ordeno parándome de mi silla y saliendo del despacho.

Hermano cuantos problemas me has causado.

Si, estoy buscando a mi hermano menor, desapareció hace 2 años, tratando de escapar de mí gracias a que unas de las sirvientas se le "ocurrió" decirle que seria el próximo Rey y que lo mataría ya que yo quería todo el poder.

Algo totalmente erróneo.

El que heredara mi puesto será mi primogénito, y claro a la sirvienta no se le ocurrió de la nada decirle eso, era una infiltrada de una pequeña mafia rusa.

Después de eso no volví ver a mi hermano, cada vez que lo encontraba cambiaba de paradero, esta vez no se escapara.

El jet ya estaba listo para despegar, yo me encargare personalmente de esto.

«Hay voy hermano»

***

En ese viaje no solo recupere a mi hermano , gracias a este la conocí a ella, tan hermosa como ahora incluso mas que antes, ese pelo rojo y esos ojos verdes que me llamaron la atención desde el primer momento,su forma de ser, toda ella.

Su personalidad es otra cualidad de ella que me vuelve loco.

Inconscientemente sonrió al pensar en ella. Si estoy perdido.

Almas De Hierro © (En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora