Capitulo 29

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-Perdona pero yo no hago nada-indico- eso eres tu solito que te emocionas.

-Claro, tu no me quitas la ropa a la mas minima y te me tiras encima, no ¿quiem sera esa?

-Y tu no me has roto ya dos camisas, no ¿quien sera ese?-imito su burla.

-No se, per voy a tener que irme a buscarlo-dice  y me guiña un ojo.

-Eres tonto-sentencio y el se rie.

-¿No era imbecil?-pregunta.

-Una mezcla de ambas-indico y termino la comida.

-Dejame quitar esto de aqui-toma la bandeja y la deposita en una silla-y te lo demuestro.

-Ni me toques-saco mi cuerpo de entre las sabanas cuendo el vieme hacia mi y le amenazo con un pie.

-No te voy a hacer nada malo-sujeta mi pie y tira de mi de tal manera que quedo tumbada.

-Ni malo, ni bueno, ni neutro-le advierto cuando se sube a la cama.

-Ya veremos eso-se tumba a mi lado y apoya la cabeza en una mano, me mira y yo le debuelvo la mirada.

-Si me tocas te mato.

¿Tu crees que le mate cuando su cabeza desccencdio hasta la mia y me beso? he ahi tu respuesta.

Le agarro de la camiseta para que no se separe, yo quedando bien, pone su mano libre en mi cintura y me pega mas a el.

-Sabes que no puedes resistirte a mi-se separa un poco.

-Creido-digo, pero es así, es un maldito magnetismo, muy molesto.

-Del mismo modo que yo no puedo resistirme a ti.

-Cursi- lo se, tengo respuestas para todo.

-Eso no es cursi Alexia-dice- no tiene nada que ver con amor y eso, es mas... caliente.

-Pervertido.

-¿Tienes calificativos para todo?-pregunta.

-Así es-indico- y ahora besame otra vez.

Se rie.

-Hazlo tu- se tumba boca arriba y yo chasquelo la lengua, es tan molesto.

Pegada a el subo la mitad de mi cuerpo al suyo y le beso, el me mueve y me coloca completamente sobre el, intentomsepararme un poco para no ir a mas, pero el no me deja ir, lo que logro incorporarme el lo recorre conmigo.

Sus manos se mueven por mis caderas, bajan asta mi trasero y lo agarra con las manos, me quejo, bueno quejo... yo me entiendo.

Me aprieta contra sus caderas y gimo, el gruñe y suspiro.

Aprobecha la confusión para liberar mis labios y bajar a besar mi cuello.

Le paso las manos por el pelo desordenandolo y noto algo mas bien afilado en mie cuello, le separo con rapidez.

-¿Tienes hambre?-pregunto mirandole a los ojos.

-No de lo que crees-dice y me hace rodar hasta colocarse encima de mi el, así con el pelo revuelto se ve muy sexy.

-Pues no vas a comer ninguna de las dos cosas hoy, hasta las doce de esta noche.

-¿Enserio?-pregunta como un chaval de quince años.

-Sip, así que quitate de enciama y dejame irme a dormir.

-¿Pero es enserio?-mueve sus manos y intenta meterlas por debajo de mi blusa pero se las agarro.

AñilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora