Capitulo 3

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Hola yo me llamo Drake

Pase la mayor parte del domingo durmiendo y la otra parte comiendo, al verme comer tanto Nate me dijo que era como un efecto secundario que al haber experimentado tanta adrenalina mi cuerpo había reaccionado el estimulo.

-Es una buena forma de adelgazar-bromee yo pero enseguida Nate me contradijo.

-No no es bueno, porque también es adictivo y en un estimulo demasiado grande podría matarte.-dijo serio

-Anda y vete a buscar al sapo maquillado y a mi déjame tranquila comiendo.-Y así lo izo.

Después me volví a ir a dormir y me levante para la cena, lo cierto es que parte de mi vida cuando mis padres no estaban se veía resumido a eso, comer y dormir, cuando si estaban me obligaban a hacer un montón de cosas cansadas como correr disparar pistolas anti vampíricas o como decían ellos cuando me lo explicaron la primera vez con nueve años.

-Ya sabes que no todos los vampiros son buenos, que hay algunos que no han asimilado bien el cambio y se han vuelto malos a esos son a los vampiros que tienes que disparar. -Yo como tonta había preguntado.-

-¿Cómo voy a distinguir a los vampiros malos de los buenos mama?

-Los vampiros malos no podrán controlar sus impulsos y siempre estarán en la forma vampírica y ¿eso quiere decir hija...?

-Más grandes, mas fuertes y con los sentidos más desarrollados.

-Cierto pero el que no se puedan controlar del todo también es una desventaja para ellos.

-Si papa-y hasta ahí llega mi memoria en este recuerdo.

El lunes Sindi me despertó para que bajara a desayunar, yo le dije que iba enseguida pero no tenía pensado ni acercarme a las clases, no quería saber nada mas de los vampiros solo quería marcharme de aquel lugar y nunca volver. Después de que las chicas se marcharan me levante ya que había pasado todo el día durmiendo, Salí a la sala de estar y encendí la televisión, me pase tres horas viendo Bob-esponja hasta que un toque en la puerta.

-Pase-Segundos más tarde Nate se adentraba en la habitación-¿Qué haces aquí-se ve enfadado.

-Tus profesores dicen que no has ido a ninguna de tus clases-dijo malhumorado, llevaba una camisa blanca remangada, con una corbata negra, un pantalón de el mismo color y unas gafas de sol, estúpido es de noche estuve a punto de decirle pero me lo calle.

-No savia donde eran-medio mentí ya que era cierto que no savia donde eran, pero tampoco quería ir.

-Pues yo te lo enseñare-aumento su enfado al leer la mentira en mis ojos.

-Como abras notado no tengo pensado ir a una clase llena de vampiros donde seguramente matemáticas y trate sobre que ángulo es mejor para morder, y bilogía sobre los diversos músculos y venas del cuello.-Explique indiferente.

-¿Cómo se te ha ocurrido pensar que vas a ir a clase con vampiros?-se mofo el- tú tienes tus propios profesores de asignaturas tan normales como matemáticas y lengua, y tan particulares como modales y danza...

-¿Qué yo tengo que hacer qué?-pregunte estupefacta levantándome del sofá.

-Si te vas a quedar con los vampiros tendrás que aprender a comportarte...

-Hay esta el dilema, yo estoy esperando que pasen estos cinco meses que me quedan para cumplir la mayoría de edad y largarme de aquí y no volver nunca.

-No te vas a ir a ninguna parte- casi grito acercándose a mí en dos grandes zancadas y sujetadme las muñecas.

-Tú no me das ordenes estúpido vampiro-Intente zafarme de su agarre sin resultado.

AñilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora