[Capítulo 6]

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6.

“Narra Nelson”.

Salí de mi apartamento, cerré la puerta y comencé a bajar por las escaleras.

Los muchachos me habían invitado para la piscina a joder un rato y claramente, yo había aceptado.

Cuando llegué a planta baja, lo primero que me encontré fue a Vanessa. En hora buena.

― Hola, amor. ― iba a besar mis labios, pero la aparté.

― Hola, Vanessa.

― Hey, ¿por qué tan seco? ― arrugó su entrecejo.

― Necesito hablar contigo. ― dije con toda la seriedad del mundo.

― ¿Qué pasa? Me preocupas, Nelson. Llegaste hace tres días de Punto Fijo y ni siquiera me haz escrito un mensaje en donde al menos preguntes cómo estoy. ― cruzó sus brazos encima de su pecho.

― Vanessa, tengo conocimiento de tu interés por mi dinero y fama, así que quiero que terminemos.

― ¿Qué? Claro que no, Nelson. Yo sí te amo de verdad. ― su voz se rompió. ― Te juro que te amo.

― Puedes usar tu habilidad de actuar para que te acepten en una novela en Venevisión. Están necesitando actores, deberías de ir a audicionar. ― rodé mis ojos.

Ella abrió su boca sorprendida.

― Está bien, Nelson. ― se rindió y de un momento a otro, sus labios se encontraban encima de los míos.

“Narra Karliana”.

Cuando llegamos a planta baja, las puertas del ascensor se abrieron, dejándonos a la vista a dos personas en pleno beso.

Todos salimos de éste, pero yo estaba en shock, porque la silueta del hombre, era Nelson.

No sé si es su novia, un cuadre, o qué; pero lo que sí sé es que: me vio la cara de estúpida. Me robó un beso frente a mi casa, teniendo novia.

Es mi ídolo y puede que lo considere “amigo”, pero se pasó al hacerme eso. Dejó una pequeña ilusión en mí al haberme robado ese beso y conseguirlo besuqueándose con otra, rompe mi corazón.

― ¿Ese no es Nelson? ― susurró Cristian.

― Sí lo es. ― contesté, conteniendo la lágrima que quería caer por mi mejilla.

― Es mejor que vayamos a otra parte. ― Karliam haló mi brazo y salimos del edificio rápidamente.

Nerea no hayaba qué opinar y era mejor que se quedara así. Me incomodaba en éstos momentos el pensamiento de que fuera ex de Nelson y que quizá esté sintiendo lo mismo que yo, aun estando con mi hermano.

― ¡¿Karliana?! ― escuché mi nombre salir de su voz.

Nelson.

Todos paramos en seco automáticamente.
 
¿Cómo me reconoció? Él no nos miró cuando pasamos por su lado ―o eso creo―.

― Karliana, ¿eres tú? ― su paso se apresuró hasta que llegó a mí.

― Sí, soy yo. ― lo enfrenté.

― ¿Cómo estás?

― Nelson, ¿todavía tienes el descaro de preguntarme cómo estoy? ― ironicé. ― Después de lo que acabo de presenciar, ¿cómo crees que esté? ¿Saltando de la emoción porque vi a mi “ídolo” besándose con una chama?

Todos quedaron asombrados por mi respuesta.

― Todo se vio de mala manera y si estuviera en sus puestos, lo entendería. Pero la verdad es que, estaba terminando con ella. Era una groopie y no me había dado cuenta. ― explicó a todos, más que todo, a mí.

Nos Enamoramos. // Nelson el Prince. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora