Bajamos a la cocina, la cafetera comenzó su trabajo y cuando estuvo listo preparé ambas tazas, trataba de pensar que estaba sola y que solo había preparado mi dosis cuando entregaba trabajos finales, pero igual le di el azúcar y el café.
-Por si le hace falta algo.
Dimos el primer trago, no se quejó y continuó bebiendo mientras trataba de comenzar una conversación.
-¿No te sientes sola?
-A veces, pero no siento tanta presión por parte de mis padres y puedo relajarme un poco más.
-¿Cómo te ha ido en tus clases?
-Bien, he estado al pendiente de mis tareas y de la oficina, así que estoy tranquila. ¿Y a ti?
-Mucho trabajo, más en la universidad.
-Me imagino, espero que este día no afecte en tus actividades.
-Para nada, al contrario te agradezco por este momento relajante.
-No lo dices por hacerme sentir bien ¿o si?
-Jamás te mentiría y mucho menos por aquello que tu sabes.
No supe que contestarle, solo sonreí.
-¿Parece que te hace falta un poco más de cafeína?
-¿Por qué no quieres hablar de esto? ¿Te recuerdo quien me dio pie para continuar con esto?
-¿Miguel Ángel, Marcial, Papá?
-Tú, el último día de clases, cuando me preguntaste sí te volvería a ver. Yo estaba buscando como tratar de evitarte, pues no fuiste de mucha ayuda.
-Perdón, no quise... yo tampoco sabía que hacía, estaba confundida, bueno, aún, pero... ¡¡Maldición, olvídalo!!
-¿No te gustaría intentarlo? Solo para saber que pasa.
-Pero ¿sino funciona?
-No pienses en eso, porque trataré de hacer todo lo posible para que funcione y tú y yo...
-¿Y lo que digan los demás?
-Mientras estemos estudiando seguiremos siendo amigos y en la escuela profesor y alumna. Entonces, ¿me aceptas?
Me levanté de mi asiento y ella conmigo me abrazó tan fuerte que no parecía que ninguno de los dos quería romper.
-Tengo miedo.
-Sí es necesario esperaré lo que tenga que esperar, pero confía en mi.
-¿Me dejarías pensarlo?
Sonreí, le di un beso en la frente, nuevamente fue a la oficina, volví a sentarme para terminar de consumir lo que quedaba de café, fui a donde ella estaba, y la mire dando vueltas al globo terráqueo mientras canturreaba una canción que parecía familiar.
-¿Te sientes bien?
-Solo quiero ir a dormir.
-Parece que el café no te hizo efecto.
-Es descafeinado, solo quiero descansar.
-¿Quieres que te lleve?
-No, dormiré aquí y tú puedes ir a mi cuarto.
-Sería una tontería de mi parte hacer eso.
-Bueno, me iré al cuarto de mis padres.
Quedó en silencio nuevamente el lugar, ella seguía dando vueltas al globo
-España, México o el país que sea; Me gustaría inventar un país contigo. Con dos habitantes será el más pequeño del mundo y sin embargo el más grande de todos los que yo vi.
-¿Geografía? De veras te digo que el himno que escribo es sincero, habla de que hay tantos países como gente en cada país.
Si tú también lo sientes, si a ti también te apetece, no lo pienses, vámonos, ya somos dos.
Porqué no me das la mano y nos cogemos este barco celebrando con un beso que hoy es hoy.Que nuestra patria existe donde estemos tú y yo, que todo estará cerca si cerca estamos los dos.
-Vamonos a dormir.
Subimos las escaleras, abrí la puerta de mi habitación.
-Pasa, que tengas una linda noche.
-Sí quieres que tenga una linda noche, quédate conmigo.
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La hija de mi profesor
RomansaMi cabeza no deja de darle vueltas al mismo asunto, pensar que mi amor tiene que seguir siendo secreto, de una u otra manera perjudicaría a esta familia que amablemente me abrieron las puertas de su hogar y que me apoyaron en todo momento. Seguirá s...