El príncipe árabe

Capitulo 11

Después de tan profundo beso, nos separamos y la mire fijamente, Lauren causaba que todo mi cuerpo sucumbiera e imaginara muchas cosas, y en todas estaba ella presente.

— No me puedes castigar por más tiempo—murmure.

— ¿Y si lo hago?—reto, y sonrió pícaramente,

— Sería algo muy malo—acaricie su espalda y se estremeció.

— no puedo sucumbir ante ti, eso sí que sería muy malo...

— Lo harás—la bese mientras jugaba con su cabello

Después del beso ella me sonrió.

— ¿No te molesta que esta vestida así?—pregunto de nuevo.

— no claro que no, ven vamos, hay un lugar en la ruinas que nadie conoce a excepción de mi—conté

La tome de la mano y bajamos hasta el palacio que antes yacía ahí, este tenía una especie de salón, el cual siempre tenía una luz tenue, pero en la noche era prender una antorcha para lograr este efecto. Al caminar por los pasillos oscuros ella se aferro a mí, y yo solo reía, yo no dejaría que nada malo le sucediera. Saque un encendedor de mi pantalón, y encendí dos antorchas, que automáticamente, convirtieron un palacio tenebroso en el lugar más romántico del mundo.

— ¿Cómo lo conoces?—pregunto ella.

— suelo venir aquí cuando discuto con alguien, o cuando me encuentro molesto—conteste.

— ¿ahora estas molesto?—se noto un poco insegura.

— no—reí—creo que no me podría molestar contigo, pues con el solo verte sonreír se me olvidaría todo.

Lauren

Definitivamente si lo que el Zayn quería era que yo quedara rendida a sus pies, pues lo logro, y agregándole el detalle del poema, esa fue la gota que reboso el vaso, estaba enamorada de él, se había metido tanto en mi, que hasta miedo me daba, pues mi travesía aquí seria corta. Y realmente no quería salir con el corazón hecho migas.

— Lauren eres la chica más hermosa que he visto—aparto un mechón de cabello de mi rostro

— no es cierto...

— Claro que sí lo es, tienes algo que muchas no tienen—acaricio mi mejilla derecha, haciendo que el rubor tomara mi mejillas

— estas rodeado de mujeres hermosas tienes tantas a tu alrededor ¿por qué yo?—el príncipe de arabia saudita, guapo, con todo a su alcance fijándose en una latina.

— porque simplemente me atrapaste.

Las palabras aquí sobraban, y seria yo quien tomara la iniciativa. Lentamente me acerque a él, hasta sentir su tibia respiración, rose mis labios con los suyos y eso fue todo para que un beso apasionado se apoderara de la situación. El bajo hasta mis piernas e hizo que las enrollara en sus caderas, mientras que lentamente en fue caminando hasta que yo quede recostada en una pared, donde él con afán y delicadeza besaba mi cuello. Poso las manos en mi espalda y bajo el cierre. No podía, definitivamente quedaría como una tonta pero aquí no pasaría nada. Nos separamos un poco y me detuve a admirarlo, y con un poco de torpeza quite su camiseta, pase lentamente mi mano por su trabajo abdomen, mordí mis labios. Esto era realmente excitante... pero era una inexperta virgen que solo jugaba con fuego.

— no puedo Zayn, lo siento—mire hacia otro lado, evitando su penetrante mirada.

— no te obligare a nada—tomo mi barbilla para que lo mirara. Cosa que siempre me ponía nerviosa.

— espero que no te molestes, pero soy virgen y...

— ¿Virgen?—pregunto con cierta ternura.

— Sí, lo soy y si no te parece bueno creo que ciertas cosas no se deben dar, lamento si no esperaste eso—dije apresuradamente.

— Tranquila, es tu decisión y la respeto—Subió la corredera de mi vestido. Sonrío. Luego tomo su camisa y se la puso. — vamos hay una fiesta a la cual debemos asistir—anuncio

— Oh genial— ahueque su cara con mis manos y le di un rápido beso que mas pareció ser un pico.

— Te esperare hasta que tú quieras—murmuro

— gracia por entenderme. ¿Cómo sabes de la fiesta?

— El que la organizo es amigo de la familia—soltó una pequeña risita

Salimos de las ruinas, el trayecto hasta la mansión de Mohamed, no era muy lago, pero si embargo el hecho de ir con Zayn lo volvía totalmente largo y acogedor. Llegamos a la puerta. Un hombre nos abrió e hizo pasar, todo estaba adornado, había electrónica a todo volumen, mas parecía ser una discoteca que una fiesta típica.

Mohamed noto mi presencia y camino hacia nosotros. Zayn estaba un poco tenso. Algo le molestaba.

— Lauren linda latina— saludo Mohamed y luego beso mi mano.

— Hola Mohamed, linda fiesta—conteste.

— veo que estas acompañada por el príncipe Zayn...— este miro a Zayn y le brindo una sonrisa torcida. La tención se podía palpar

— sí, el es Zayn, es un amigo—explique.

— Si nos conocemos, y desde hace tiempo, no hace falta una presentación—agrego Zayn. Claramente el estaba tenso

— Oh bien perfecto—reí nerviosamente.

— ¿De dónde se conocen ustedes?—pregunto Mohamed

— Amm Zayn y yo somos amigos, desde que se organizo la competencia de baile—mentí

— Así es—corroboro Zayn

— bueno, Lauren bailemos, claro si al príncipe Zayn no le molesta—anuncio

— No para nada—dijo de manera tajante Zayn

— Está bien—dije insegura