Después de que Zayn me cancelara, cambie mi ropa y me acosté en la cama, pedí comida de servicio a la habitación: Helado y galletas, me sentía como Kevin Mccallister, el de mi pobre angelito, justamente así estaba yo ahora, viendo una película y comiendo, que mejor vida que esa. La puerta de mi cuarto se abrió, y por ella entro Dahara gritando miles de cosas en árabe que yo no entendía, este juego de podía jugar de dos, así que empecé a hablar en español.
— no me hables en español Lauren Smith—regaño.
—entonces tu no hables en árabe—respondí.
— ¡No estás lista!—grito.
— ¿Para qué o qué?—pregunte confundida.
— para ir donde Mohamed—contesto.
— no quiero, tengo flojera además estoy muy cómoda aquí, ve tu—reproche.
— ¿Qué te paso?—inquirió.
— Nada—respondí.
— te conozco mínimo Zayn te dejo plantada, ahí lo tienes—dijo con seguridad y no se equivocaba
— no, bueno amm no solo me dejo un mensaje diciendo que nos podíamos vernos, solo eso—confesé.
— ¿Entonces qué haces aquí?—me cuestiono.
— como podrás notar, estoy viéndome una película, y entra una árabe loca gritando...
— cámbiate nos vamos—ordeno.
— Dahara no quiero ir, no me llama la atención y ya, si tantas ganas tienes ve tu y fin del problema.
— si iras—grito y soltó una carcajada, a veces dudaba de su cordura mental.
Rebusco entre mis cajones de ropa hasta que encontró mi vestido de baño, y me lo tiro en la cara.
— auch, eso dolió Dahara, no soy de plástico—me queje.
— oh, yo lo siento, pero de todos modos nos vamos—dijo entre risas.
— Bueno está bien ya ok ya deja de molestarme—accedí, si no lo hacia la tendría hasta el fin de los tiempos hablando.
— SI—grito a todo pulmón.
Me quite la ropa y la cambie por un vestido de baño y un vestido playero holgado, me puse unas sandalias y tome mi bolso. Salí de la habitación y tome el ascensor, llegue hasta la parte de abajo y me senté a esperar a Dahara, mientras que todas las chicas parloteaba. Logre ver a mi amiga y venia peor que un toro de corrida, su mirada era de enfado y a la vez de preocupación. Me tomo por el brazo y me arrastro hasta un rincón. Resoplo un par de veces hasta que yo hable:
— ¿Qué pasa?—pregunte confundida.
— una de las chicas dijo: " hay una nueva chica en la vida del príncipe Zayn"
— ¿y?
— Que sabes que aquí es otra cultura y si su padre se llega a enterar no me lo quiero ni imaginar, ese rey tiene un temperamento—explico.
— De todos modos Zayn es solo mi amigo—me defendí.
— un amigo que te cela, que te invita muy de seguido a su palacio, que clase de amigo—contrarresto.
— bueno si ¿qué tiene de malo? –cuestione, ya me estaba cansando con ese tema.
— mucho Smith no juegues con fuego o te quemaras, no sabes lo que arabia saudita.
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El príncipe árabe
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