Capitulo 22

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Los dolores en mi vientre seguía, además acompañado de un sangrado bastante anormal, No aguantaba más así que fui a un medico. Cuando llegue al consultorio tenía bastante miedo pues no sabía a lo que me enfrentaba, me hicieron pasar el un señor de edad con cabello canoso y arrugas no muy profundas y por sus diplomas y foto de condecoraciones era un buen médico.

— buenas usted debe ser Lauren Smith—saludo el hombre.

— si soy yo—conteste.

— coménteme señorita Smith ¿qué se siente? Sea sincera—ordeno.

— desde hacer varios días presente un sangrado y dolores en mi vientre, realmente me asusto un poco—confesé.

— ¿Usted ha comido algo que le pueda hacer daño?—pregunto el hombre mientras hacia unas anotaciones en una hoja.

— No, bueno que recuerde, toda la comida que ingerí en arabia fue suave—respondí mientras pensaba un poco de las cosas que había comido.

— bueno algo que le haya hecho daño lo descarto, y mi opinión se centra en un aborto espontaneo—lanzo a quema ropas, haciendo que mis manos empezaran a temblar.

— ¿Aborto?—pregunte en un susurro casi inaudible.

— ¿es usted virgen? Porque yo no lo creo, es mi última opción, aparenta ser una joven sana, y por lo que veo en su historia clínica no presenta traumas o algo por el estilo—se expreso.

— Hmmm no—conteste apenada.

— bueno tenga la posibilidad de que puede ser un sangrado, a veces los condones inyecciones y pastillas fallan, no te garantizan algo del cien por ciento—explico.

— Bueno gracias por el dato—murmure.

— ¿Cuándo fue la última vez que usted sostuvo relaciones?—pregunto.

— hace como quince días o quizás más.

— ok mire detrás de la cortina tiene una bata, quite su ropa se la coloca y se recuesta en la camilla, le haré una revisión—indico.

Hice todo lo que el doctor me dijo, cada movimiento era un infierno, sentía que todas mis entrañas se iban saliendo pedazo a pedazo. El hombre abrió mis piernas un poco, palpo en la parte de adentro cerca a mi cuello uterino, luego hizo un ultrasonido y vaya sorpresa desagradable.

El hombre guardo silencio por unos minutos hasta que abrió su boca, suspiro y dijo:

— lo siento mucho Lauren has presentado un aborto espontaneo, y tu cuerpo lo está eliminando—comunico.

Ese estúpido nudo en la garganta se hizo presente de nuevo, y ahora los sentimiento hacia Zayn florecían de nuevo, entre él y yo hubo más que un momento de placer, y esa vida que yacio en mi lo comprobó.

— Te recetare algunos calmantes, ayudara expulsar más rápido el embrión, eres una chica sana, aún se me hace difícil comprender tu aborto.

— Amm me caí hace días—conté.

— bueno al parecer fue tu caída la que hizo que esto sucediera, pero tu útero se ve sano, en un futuro podrás tener hijos.

— Gracias—sonreí.

— espero que te cuides mas para la próxima.

— claro.

Salí de consultorio y llegue a casa, me tire en los muebles de sala a darle un poco de mente al asunto. Aun no me cabía en la cabeza que había estado esperando un hijo de Zayn.

El príncipe árabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora