Capitulo 19

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Antes de entrar le había autorizado la entrada a Zayn en la parte de abajo dejándole las llaves de la habitación. Entre a la habitación y me despoje de toda mi ropa y me acosté en la cama dando a espalda a la puerta. Sentí cuando la puerta se abrió, gire mi cabeza y mire a Zayn el cual tenía una sonrisa en su rostro y se mordía el labio inferior, cerró la puerta y se acerco a mí

— Me vas a matar latina —gruño.

— ¿Te voy o ya lo hice?—reí.

— se podría decir que ya lo hiciste—beso mi cuello y ante eso me estremecí.

Cada vez que el quitaba su ropa yo me daba el lujo de admirar su glorioso cuerpo, tan digno de él. Me acomode en la cama y me estire, ahora mismo estaba completamente vulnerable ante él.

Cada movimiento de él era inesperado, sus caricias hacían que me perdiera en un mar de placer. Su mirada expresaba miles de palabras. Se hizo paso por mis caderas hasta llegar a mi sexo, introdujo su dedo índice y palpo mis húmedos labios. Se lengua fría se hizo presente entre ellos, mi cuerpo se retorcía de placer y pedía que nunca se detuviera, mi corazón esta acelerado, pero yo necesitaba algo mas, quería sentirme más completa, y así fue. Una penetraba basta y cargada de placer entro en mí haciendo que un gemido involuntario se escapara de mi boca.

La cama se estremecía al punto que creí que la cama se desarmaría. Podía sentir el orgasmo muy cerca, demasiado. Apreté mis nalgas un poco y aprisione su miembro. Con unas cuantas embestidas gemí, pero gemí a su oído había llegado a un orgasmo bastante grande y eso nunca se le olvidaría.

— quiero que seas solo para mí, que no haya espacio en tu vida para otro hombre que no sea yo —pidió el.

— seré solo para ti príncipe Zayn Malik—conteste, y así seria. Solo para él.

Después de descansar un rato Zayn se marcho. Era casi de madrugada, pero a ciudad estaba de fiesta y había demasiada gente en las calles, ellos estaban celebrando el nacimiento del profeta Mahoma, todo era muy bello.

Zayn

Llegue al palacio y con mucha cautela camine hasta mi habitación, ya había encontrado el valor y las fuerzas para enfrentar a vava. Era mi vida no la de él, y no tenía ningún derecho de meterse en ella. Varios toques se sintieron en mi puerta, con un poco de pereza me levante, acomode mi ropa y abrí la puerta, para darme cara con papá que no parecía de buen humor.

— ¿Qué ocurre padre?—pregunte.

— tenemos que hablar—contesto de manera seria.

— ¿Sobre qué?—indague.

— Tú más que nadie sabes de qué o sobre quien es—acuso.

El dio media vuelta y se marcho, yo le seguí hasta que llegamos al despacho, en el rostro de mi padre había ira, y el haría algo más que reprenderme.

— ¿Que sientes por la latina?—pregunto en un todo serio.

— la amo—conteste sin rodeos.

— ¡Zayn ella es diferente!—exclamo.

— ¡No! si yo la amo no importa nada más, he decidido seguí mi corazón —insistí.

— claro que si Zayn, estas comprometido con otra mujer—recordó.

— pero no amo a Jadilla, nada me impide que este con la mujer que se ha tomado mi corazón —replique.

— Pero tendrás que amarla—azoto la mesa—es por el bien del reino, un príncipe busca el bien de su reino.

— no padre, me rehusó a casarme con alguien por la que no siento nada, así de sencillo, ella no es la mujer con quien quiero pasar mi vida.

El príncipe árabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora