Mi Cuerpo, Mi Maldición | Terminada

〖Cap.21〗

«Este es mi territorio
Y soy peligrosa»
Confident – Demi Lovato

Me levanto algo mareada y desanimada, sin embargo, hago caso omiso e intento colocar una sonrisa en mis labios.

     Navidad, finalmente había llegado el día tan esperado, especialmente por niños para poder abrir sus regalos y por abuelos, que esperan alegremente a sus familiares en sus hogares junto a una deliciosa cena.

     En mi caso, navidad este año tenía un significado distinto, ya que hoy también se llevaría a cabo la competencia pastelera. Sí, es algo irónico que lo hagan justo este día, pero no me quejo.

     Miro mi estantería y observo a lo lejos el obsequio de la persona detrás de las misteriosas cartas, este regalo era el que tenía la etiqueta de «Abrir en navidad». Así que decido tomarla y quitar su lindo envoltorio. Luego de hacer a un lado las tapas de la caja, me encuentro con una carta y una hermosa esfera de nieve.

     —¡Esto es hermoso! —susurro emocionada y tomo aquel dedicado objeto con cuidado. Dentro de la esfera se podía apreciar a una chica sentada en una silla de madera junto a un árbol repleto de nieve. Ella estaba vestida con prendas abrigadas y entre sus manos sostenía un pequeño libro en color marrón. No había palabras para describir lo maravillada que estaba con aquello.

     Dejo la esfera sobre mi estantería y regreso a mi cama para poder leer la carta que venía dentro de la cajita.

¡Feliz navidad! Espero que la pequeña esfera haya logrado sacarte una sonrisa. Cuando la vi en una de las vitrinas de la ciudad, te vi reflejada en esa linda chica. ¡Tenía que comprarla para ti!

-Chico Enigmático.

Luego de leer la carta, mi estado de ánimo había mejorado considerablemente, lo cual agradecía mucho. Sea quien sea el chico enigmático, le debo gran parte de mi felicidad.

     Dejo todo a un lado y decido ponerme una sudadera holgada para ir a la cocina.

Luego de ponerme mis pantuflas, bajo al primer piso y me encuentro con un navideño Matthew que lleva un lindo gorro colorido, mientras prepara sus peculiares creps. Este desayuno ha sido el especial navideño desde que tengo memoria. Una fina tortilla con fresas y chocolate en su interior, crema batida como decoración y una gran bola de helado de vainilla con algunas chispas de colores. No creo que eso cuente como desayuno, sin embargo, desde pequeña espero esta fecha por eso.

     —¡Feliz navidad, Chloe! —exclama él con una gran sonrisa—. ¿Viste lo que preparé?

     —El especial navideño —respondo con una sutil risa—. ¡Feliz navidad! —digo, acercándome a él y abrazándolo con cariño—. ¿De quién es esto?

     —Es el ordinario desayuno de tu padre —contesta. Sinceramente, la palabra que Matthew utilizó representa a la perfección su platillo navideño: un café con leche de almendras y un terrón de azúcar, un huevo frito con algo de tocino y un bollito de pan—. Iré a entregárselo, por cierto, ya te preparé tu desayuno —dice y me señala mi crep.

     Tomo asiento frente a mi plato y ver aquello me deja sin palabras, ¿cómo es posible que algo que siempre he amado comer, ahora me resulte aterrador?

     Con lentitud, tomo el tenedor y cubierto, y corto un pequeño trozo del crep. Luego de observarlo detenidamente algunos segundos, lo llevo hasta mi boca. Sabía bien, su sabor era realmente bueno, pero a pesar de eso, no podía disfrutarlo del todo. Aun así, acabé comiéndolo.