Mi Cuerpo, Mi Maldición | Terminada

〖Cap.31〗

«En mis sueños tú estás conmigo»
Imagination - Shawn Mendes

Holden Collins

     Cubiertos enteramente con mantas en medio de la brisa otoñal, escuchando música relajante de fondo y teniendo un bello paisaje del cielo estrellado, ¿había algo mejor? Personalmente, creo que este sería mi día favorito en la vida, tomaría mucho esfuerzo arrebatarle su merecido puesto.

     Chloe se encontraba cansada, así que insistí en que colocara su cabeza sobre mis regazos. Yo solo me quedé mirando aquella linda lluvia de estrellas, las cuales solían aparecer con minutos de diferencia. Sin embargo, algo robó mi completa atención, unos pequeños ronquidos se comenzaron a escuchar, bajé la mirada de forma inmediata y me encontré con aquella bella chica dormida, lo cual me pareció muy tierno, realmente estaba agotada.

     No quise despertarla, tan solo me quedé observándola algunos segundos. Era increíble que estuviera con ella ahora mismo, hace un año atrás apenas nos dirigíamos sutiles miradas y hoy nos encontrábamos en una linda velada.

     Todo aquello solo me hizo recordar el cómo le comencé a hablar, los nervios que tuve al ir a su tutoría, el primer beso que nos dimos... todo parece irreal. 

     Fijé mi mirada, nuevamente en las estrellas y la bella luna, la cual brillaba con intensidad a pesar de que no se encontrara en su mejor fase. Tomé mi celular, el cual me tiende a incomodar por el brillo de su pantalla y observé la hora, ya era bastante tarde y el frío cada vez empeoraba más. Así que hice una llamada a mi padre para que viniera a recogernos.

     —Chloe —menciono en un tono suave, pero suficiente como para despertarla. No quería hacerlo, pero debíamos irnos a casa, mañana será nuestra graduación y debemos descansar bien—. Levántate —añade riendo sutilmente.

     —Pensé que sería de día —dice la bella chica, mientras frota suavemente sus párpados.

     —No, aún es de noche —respondo y le ayudo a levantarse—. Mi padre estará aquí en pocos minutos —indico y ambos ordenamos un poco nuestras cosas. Doblamos las mantas, reunimos los cojines, tiramos a un pequeño basurero la caja de chocolates vacía y comenzamos a bajar los escalones con extremo cuidado.

     Esperamos algunos minutos hasta que vemos un par de luces al fondo de la calle de piedras. Era el auto de mi padre.

     —¿La pasaron bien? —pregunta mi padre con su pijama de círculos verdes. Esa prenda lleva años con él, incluso, dudo que lo cubra mucho del frío, pero es su favorita.

     —Mejor de lo que esperábamos —respondí mientras subíamos al vehículo.

Chloe Brown

     Luego de que Holden y su padre me dejaran en el edificio, subo somnolienta hasta mi departamento, camino como zombie hasta mi habitación en donde con rapidez me quito mi hermoso vestido y tacones, además, elimino todo rastro de maquillaje.

     Una vez lista, me dejo caer sobre mi cama y me cubro con mis mantas, el calor que estas me proporcionan logra que a los pocos minutos caiga en un profundo sueño.

La alarma no tarda en sonar con intensidad, para mi suerte, logré descansar bastante. Apago el fuerte sonido de mi celular y decido comenzar mi día.

     Me preparo un té caliente y luego, alimento a Panky quien hoy lleva un lindo gorrito tejido. Después, decido dedicar una hora a mi salud. Extiendo una manta deportiva en el suelo de mi habitación y coloco junto a ella mi botella de agua. Una linda canción suena de fondo y así comenzó con mi rutina, la cual incluye ejercicios de yoga, pilates y, por último, algunos minutos de meditación. Los últimos meses descubrí lo mucho que me puede llegar a gustar este tipo de ejercicios de fuerza, los cuales crean una conexión magia contigo misma.