Mi Cuerpo, Mi Maldición | Terminada

〖Cap.11〗

«Tengo inseguridades
Trato de ignorarlas, pero es difícil»
Insecurities - Isabelle Foster

     Realmente, el día lectivo fue sumamente tedioso, pero a su vez, rápido. Aspecto el cual agradecí.

     Cada clase sucedió como de costumbre sin nada nuevo de lo cual asombrarse. Sin embargo, hoy todos los estudiantes se hallaban particularmente entusiasmados, ya que se trataba del último día de clases. Puesto que iniciaban unas cortas vacaciones que nuestro colegio suele dar, así que las ansias por la entrada de días de descanso, se sentían en el aire.

     Cuando el timbre de la preparatoria sonó, anunciando finalmente el esperado final del día lectivo, todos guardaron sus pertenencias con gran rapidez y comenzaron a dirigirse a sus hogares o autobuses.

     En mi caso, no tenía tanta prisa de salir de la institución, ya que mi autobús debía esperar a algunos estudiantes del equipo de Lacrosse, los cuales andaban en un juego contra otro de los colegios de la ciudad.

     Toda la mañana pasé muy nerviosa por Holden, porque él se encontraba en el partido. Así que constantemente, deseaba en silencio que ellos lograran ser los ganadores. Espero que así sea, ya que estos últimos días han estado entrenando muy fuerte.

     Tomo uno de los libros que compré hace algunas semanas en la librería y mientras camino, comienzo a leer su interesante historia. Sin embargo, al poner toda mi concentración en aquellas páginas, no me doy cuenta que un chico viene corriendo en dirección contraria, justo en uno de los tantos cruces que forman las paredes del colegio. Provocando que ambos caigamos al suelo de forma brusca.

     —¡Auch! —expreso mientras intento levantarme del suelo.

     —Eres un fenómeno —dice un chico de cabello rojizo aún en el suelo—. ¿Acaso el aumento de esos vidrios ya no te es suficientes? —añade, refiriéndose a mis anteojos.

     —Discúlpame —susurro y me inclino un poco para tomar el libro que también cayó al suelo. Mientras tanto, el chico se levanta y me mira de forma enfadada.

     —¿Ese maldito libro fue lo que te distrajo? —exclama con enojo—. ¿Sabes que me pude hacer daño? —menciona y se acerca a mí, intentando intimidarme. Mira con maldad mi libro y me lo arrebata de las manos.

     —Devuélvemelo —digo con calma, pero él ignora mis palabras y abre el libro con curiosidad. Hago un inútil intento de quitárselo; sin embargo, él es más rápido y alto que yo.

     Toma con agresividad la parte superior de varias páginas y con maldad, las rasga del libro y las deja caer. Le dirijo una mirada de terror y él hace lo mismo una vez más.

     —Espero que sea la última vez que te vuelva a ver en mi vida —exclama y me tira a la cara la tapa del libro con algunas pocas páginas sujetas a él—. ¡Hasta nunca, fenómeno!

     Él pasa a un lado de mí y cuando se ha ido, me tiro al suelo y con el corazón destrozado, comienzo a recoger los trozos de hojas tiradas, los cuales meto a mi mochila. Con ganas de llorar, me encamino hasta el autobús y tomo asiento. A los pocos minutos, puedo observar que llega el bus que traía al equipo. El conductor de mi vehículo, decide esperar unos minutos más para luego emprender su típico recorrido.

     Cuando finalmente llego a mi parada, bajo con desesperación del autobús y por las grandes zancadas, acabo en el edificio en poco tiempo. Soy consciente de que, hoy me tocaba ayudarle a Madeline; sin embargo, no creo poder. Prefiero enviarle un mensaje con algún tipo de excusa creíble.

     —Chloe, ¿qué tal el último día de clases? —pregunta Matthew al verme entrar.

     —Genial —respondo con una pequeña sonrisa—. ¿Qué preparas?