Si Doctora - (Ventino) [Makia]

Capítulo 1 - Quieres besarme.

Natalia Prov:

La chica del bar estaba frente a mí, haciendo intentos desesperados para que no la viera, no podía hacer más que sonreírme al verla así, sin querer, recordando lo bien que lo pasamos anoche y lo adictivo de sus labios, pero la mano de mi colega pasando por frente mi rostro para llamar mi atención.

- ¿Qué te pasa Afanador? Primer día de trabajo después de tu traslado ya estás distraída, presta atención que después vas a andar perdida por el hospital – mi pelirroja amiga estaba frente a mí, habíamos sido compañeras durante nuestra enseñanza formal y en la facultad de medicina, conseguimos una plaza en el Hospital Metropolitano, formándonos por unos años y finalmente quedando como doctoras adjuntas, haciendo que este llegara a los más altos puestos debido a su dúo dinámico. Hasta que el Cruz de Mayo, el mejor hospital de enseñanza había ofrecido una cantidad gigante de dinero para tener a la famosa dupla.

-Esto será muy divertido Esguerra, créeme que será demasiado divertido – sin querer empiezo a morder mi labio inferior viendo como su pequeña cabellera negra perderse con todos los del primer año.

-Estás muy rara Natalia, pero a ti no hay que entenderte, solo quererte, anda, me voy que me llegó un caso – mi amiga simplemente se va, dejándome inmersa en un mar de pensamientos, esa pequeña de pelo negro me hace retumbar el corazón, desde que entré a la facultad de medicina ninguna relación ha durado lo suficiente, las personas con las que he estado dicen que soy demasiado entregada a mi trabajo, que estoy casada con la medicina y que nadie puede arrebatarme ese amor, cuando esas personas se iban ni siquiera me dolía, no me sentía mal, porque nunca había sentido algo así con solo ver a una chica, se me había removido todo el interior, había tirado al piso mis ideales y simplemente me han dejado inmersa en muchos pensamientos.

-Afanador, creo que el caso es para ti, no hay mucho que yo pueda hacer sin tener la opinión de la jefa de pediatría – escucho a Camila hablarme desde atrás y empezamos el primer día poniendo la acción del dúo dinámico.

Makis Prov:

Éramos tres los que estábamos en el grupo de la residente Vives, la chica se ve muy tierna, pero en realidad ella puede llegar ser el diablo, Juliana quedó conmigo, también quedó otra chica que se llama Daniela Calle. Lo primero que nos asignaron fue el caso de un bebé que llegó un poco azulado y lloraba mucho, la jefa de cardiología estaba ahí, una pequeña pelirroja que se apellida Esguerra, ella nos encargó buscar posibles causas de eso, así que ahora iba caminando a revisar expedientes antiguos, pero solo sentí un fuerte jalón seguido de una puerta cerrarse.

-Así que María Cristina De Angulo Botero ¿Por qué me diste un nombre falso? – me volteo para ver a esa odiosa mujer, con su cabello perfecto, su cuerpo enfundado en una falda negra de tubo y una blusa blanca, coronada con la bata blanca que tiene su nombre, sus labios tinturados de un rojo fuerte y sus ojos perfectamente delineados, resaltando sus grandes ojos y acentuando sus pecas, esas pecas que recuerdo de la noche anterior.

-No le di un nombre falso doctora, solo le dije como me dicen todos, casi nadie me dice María Cristina, pero creo que en este caso usted deba decirme María Cristina – no pienso mirarla, si la miro estoy jodida.

-Cuanta formalidad Makis, creo que es mi opción decidir cómo llamarte ¿No crees precios? – siento su mirada fija en mí, aunque probablemente no soy nada en comparación a ella, en este momento solo voy vestida con el mono celeste que nos asignan a los internos.

-Deja de mirarme así – le pido cuando siento que su mirada me está quemando la piel, ella me sabe que tiene poder, sabe que nosotras no podemos hacer esto porque ella es mi jefa, y yo soy una interna, soy prescindible y no puedo arriesgarme a tirar mi enseñanza por el desagüe.