A Makis le faltaban las piernas para correr por los pasillos del hospital, y le sobraban las palabras para decir a esa bestia despiadada que había hecho daño a su niña, ya ni siquiera podía gestionar un pensamiento racional en su cabeza, solo podía correr. Natalia, por su parte, había dejado que la morena marchara, sabía que el nerviosismo podía hacerla actuar de una manera impulsiva y poco recatada, pero no pensaba detenerla, de hecho, ella pensaba hacer otra cosa poco consciente y recatada.
La bofetada resonó en toda la recepción del hospital, también la respiración acelerada de la muchacha. — ¡ERES UN HIJO DE PUTA PAVIA! — Gritó a todo lo que sus pulmones daban.
David Pavía estaba procesando la situación, su exesposa lo había golpeado, algo de lo que nadie había sido capaz en su vida. — Te doy dos minutos para que te retractes de esta idiotez. — Los ojos de ese hombre, rebosantes de desprecio, chocaron con los ojos llenos de dolor de Natalia. — De lo contrario, yo no seré benevolente contigo.
Tal parecía que el mundo había conspirado para que David llevara a cabo su cometido, asustarla. Ese día, como nunca, la recepción estaba sola, todos habían acudido a el escándalo que había sucedido en el piso de pediatría, donde un loco había entrado, habría arremetido contra dos niños, uno de ellos, hijo de dos de los mejores médicos que convivían el hospital, la otra pequeña, era la casi hija adoptiva de una de las más prometedoras de las internas que se había visto en los últimos años; todo fue oportunamente informado por el doctor Pavia.
—¡Fuiste tú, hijo de puta! — Los dientes de Natalia parecieron rechinar. — Te atreviste a golpear a tu hijo, ¡A tú hijo! — Bramó la chica completamente segura de lo que decía. — Y encima casi matas a una niña que no tiene la culpa de que seas un monstruo.
La sonrisa socarrona de él hacía hervir las neuronas de Natalia. — ¿No te enteraste? — Se acercó hasta tal punto que el aliento del muchacho chocó con el rostro de la chica. — Yo fui el que encontré a ese loco intentando golpear a nuestro hijo, soy un héroe Natalia, deberías agradecerme.
—Eres un maldito monstruo David, una bestia.
—Soy tu esposo Natalia, no me puedes tratar así. — Esa maldita forma de mofarse de ella, solo hacía que el enojo desmedido de la chica creciera aún más. — Tú y ese enano tiene que aprender a respetarme.
—No puedo creer que seas tan despreciable, eres un maldito hijo de puta David, y haré lo que sea para mantenerte alejado de Jahkob, de Makis, de Coni y por, sobre todo, de mí.
Natalio vio algo en los ojos inyectados de rabia de el muchacho, supo con completa claridad que con él no se podía razonar, que su maldita rabia lo inundaba y que ya ni siquiera era capaz de sentir de sentir amor, solo podía sentir pertenencia y el odio.
—¡A mí no me dejas hablando solo Natalia! — Primer empujón y el peso del pasado cayó sobre la cabeza de la castaña, pero esta vez, tenía muchas más razones por las que ponerse firme, por la que ser fuerte.
Esta vez, ella le devolvió el empujón. — ¡No vuelvas a tocarme en tu vida David! — Gruñó con rabia poco disimulada. — Ya no soy esa chica que está dispuesta a callarse todo por miedo, por temor al ¿qué dirán? — Un dedo comenzó a impactar con fuerza sobre el pecho del chico. —Se te acabó la fiesta, no voy a descansar hasta tenerte lo más alejado posible de mí, hasta que simplemente seas un mal recuerdo.
—¿Tanto valor te dio esa pulga?
—Esa pulga como tu le dices, me dio más valor en unos cuantos meses, que lo que tu me diste en casi toda una vida juntos. — Otro empujón fue propinado, encendiendo una mecha que reviviría a un monstruo que todo el mundo creyó dormido. — Ella me dio el amor que tanto anhelé toda la vida y que jamás conseguí contigo, ella supo como tomar tu lugar con cariño y ternura, algo de lo que tú nunca supiste.
![](https://img.wattpad.com/cover/178703110-288-k691351.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Si Doctora - (Ventino) [Makia]
RomansaUna noche de sexo no debería significar más que eso, pero si el destino se empeña en juntarlas, quizás no deberían hacer oídos sordos.