Detrás de la venda

Parecidos.

Riku PoV.

Sabia que observar a Kairi era una buena idea.
Ahora que Sora estaba despierto, era bastante probable que la organización la quisiera utilizar a ella para atraerlo. 
No me equivoque.

Si bien, no me puedo acercar para que me vea. Envié a pluto para protegerla. Además de enviarla a Villa Crepúsculo con los amigos de Roxas.

Justo antes de que el pasillo de oscuridad, que la envío a ese lugar, se cerrará, logramos cruzar miradas.

—Estarás bien Kairi — digo aunque se que no me escucha, ni sabe que fui yo quien la ayudo.
—¿Riku?
—volteo al lugar de donde proviene la voz — Naminé. ¿Que haces aquí?
—Pensaba seguir a Kairi. Me preguntaba quien había abierto el pasillo por donde ella entró. Me alegro que hubieras sido tú.
—Bueno, no iba a dejarla a su suerte. Aun así, no puedo seguir vigilandola por mucho tiempo. Hay algo que debo hacer.
—¿quieres que me encargue? — me pregunto mientras sonreía.
—¿estás segura? No me gustaría ponerte en peligro.
—oh...no. Estaré bien. Además, me refería a seguirla. Si algo pasará yo iría a buscarte. Tampoco es que me considere muy capaz de hacer mucho contra la organización.
—¿no fuiste tú quien ayudo a Sora en el castillo del olvido?
—Si. Pero...solo porque Axel me dejo ir a verle. No es como que les hubiera hecho frente.
—Extraño. Porque recuerdo que me dijiste que trataste de proteger a Sora de ellos. Te negaste a destruir su corazón, a pesar de lo que pudieran hacerte a ti ¿no?
—bueno...
—¿Y no eres tu la chica que desobedeció las ordenes de DiZ para ver a Roxas?
—se le escapa una pequeña risa — ...Aun así. Se que no soy apta para el combate. En esa parte, tú y Sora son quienes son los expertos.
—¿Expertos? No me considero experto. Aún me queda mucho por aprender.
—Que modesto.
—Me da más la impresión de que tú me ves por encima de lo que soy.
—Yo no creo eso.
—Me queda claro.

Es extraño. Naminé ahora tiene mi completa confianza. Como un amigo que conociera de siempre. Solo Mickey a logrado eso.
La diferencia entre él y Naminé, es que ella se parece a mi en muchos aspectos. Esa es una de las cosas que la hacen especial para mi.

—Muy bien. Confío en ti. Pero no hagas ninguna locura.
—Lo prometo.