Detrás de la venda

Punto muerto.

Naminé.

Días después, Riku aún seguía en la mansión.
Lo he visto entrenar durante el día, preparándose para pelear contra Roxas, y durante la noche viene y se sienta junto a mí. A veces hablamos, otras solo se queda mientras yo dibujó.

Se que esta nervioso, preocupado de lo que pueda pasar en esa pelea, de la decisión que Xion tomé, de que pasará cuando Sora despierte.

Esta tarde, fui a ver a Sora. Pienso en lo mucho que ha cambiado de aspecto. Ahora es más alto, la ropa ya le queda chica.
Se que el no puede oírme, pero a veces me pongo a "hablar con él". Platicó como si estuviera hablando con un amigo. Aunque cuando Riku esta por aquí no lo hago, pues él me escucha muy bien, no me siento incómoda, ni preocupada de que me critiqué.

—Sora...las cosas han cambiado mucho desde qué éstas durmiendo. Antes me sentía sola, pero ahora tengo un amigo. Esperó que cuando despiertes, podamos cumplir nuestra promesa y ser amigos también.

Veo su rostro. Se ve tan pacífico. Recuerdo esa sonrisa que tenía antes de esto, y las memorias de lo qué pasó en el castillo del olvido me asaltan, y me comienzo a sentir culpable otra vez.

—¿No lo merezco verdad? — tocó la cápsula — ¿sabes por qué me cuesta hablar con Riku a veces? Porqué...recuerdo lo que le hice a su réplica. Recuerdo qué...le hice creer que me hizo una promesa — mi mano se cerró en un puño — y aún cuando se enteró que todo era falso, seguía intentando cumplirla, igual que tú. Es tonto, pero me sentía feliz. Sentía que...yo era Kairi para ustedes dos en ese momento. Que tonto ¿no? — una triste sonrisa se asomó en mi cara — Yo nunca podría ser ella. Nunca podría ser alguien especial para ustedes dos.

Retiró mi mano de la cápsula y retrocedo un par de pasos.

Luego de unos pocos segundos, Riku entra en la habitación.

—Hola — le digo.
—Hola.

Ambos nos quedamos viendo la cápsula.

—Sora — digo yo.

Escuchamos unos pasos. DiZ entró a la habitación.

—Parece que estamos en un punto muerto.
—...Si.
—Esto ya ha durado demasiado — DiZ voltea — Riku, ya sabes que hacer.
—...Sí.

Riku y yo intercambiamos una mirada antes de qué el saliera. Por primera vez, creó que he podido ver sus ojos detrás de esa venda. Sabía que el me estaba viendo.
¿Cuando obtuve yo ese poder?