Mi tiempo contigo

¿Puro o impuro?

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.

|Filipenses 4:8|

Últimamente, y sobre todo en las redes sociales, podemos encontrar muchas cosas que nos entretienen: la última foto que subió tu artista favorito, la canción del momento, el outfit perfecto, descuentos de tus videojuegos preferidos o la serie que ha estado impactando al mundo entero.

Cada una de esas cosas nos entretienen de tal manera que no nos damos cuenta de las horas que suelen transcurrir.

Pero, ¿realmente te has preguntado si detrás de cada una de esas horas invertidas hay algún beneficio?

¿Transformó tu manera de pensar mucho más como la de Cristo?

¡Vamos! No está mal que hagamos todas esas cosas. Para nada. Pero cuando miramos esas series que en muchas veces pasan escenas que no deberíamos mirar y miramos, no estamos glorificando a Dios. Nuestra mente se llena de pensamientos que no son dignos de admirar.

La biblia nos habla de que hay camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12).

Aunque no lo creas, cuando me entretengo pensando en cosas que no son verdaderas ni honestas, en cosas que no son puras ni amables, solo estoy entreteniendo a mi carne. Y es duro de escuchar.

Cuando nos dejamos llevar por lo bonito del empaque no nos damos cuenta de lo que en realidad hay dentro:

Impuros, deshonestos y egoístas pensamientos.

Meditemos en cada cosa que hacemos diariamente y pasémoslo por el filtro de Filipenses 4:8.

Que podamos encontrar hermoso el estudio y aplicación de la palabra de Dios a nuestras vidas para que ni el teléfono más caro, la moda del momento, las fiestas, las series de televisión indebidas, ni este mundo pueda destruir nuestra identidad en Dios ni tampoco desenfocarnos de lo que verdaderamente importa.

¡Te animo a que inviertas y disfrutes tu tiempo sabiamente!

Recuerda que todo nos es permitido hacer pero no todo nos edifica (1 Corintios 10:23).

Pensemos siempre en las preciosas virtudes del Señor e imitémosle en todo tiempo.

¡Adiós preciosuras!