Mi tiempo contigo

¿Cómo me acerco a ti Señor?

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. 

|Santiago 4:8|

Natalia era una chica muy estudiosa y sobresaliente en la universidad. Se esforzaba incluso ser la líder y estaba tan ocupada que en su agenda no tenía un tiempito libre para orar. Luego de la universidad, se dedicaba a su trabajo de medio tiempo y regresaba muy tarde a casa con ganas de solo despedir la noche en un largo sueño.

Natalia se sentía frustrada porque cada vez que intentaba acercarse a Dios no podía, algo pasaba. Tenía cortos periodos de tiempo para leer la biblia, luego la cerraba y nada sucedía.

Ella no entendía y se comparaba con mucha gente que sí disfrutaba. Sentía que estaba haciendo algo mal, y que con solo una oración al día no funcionaba.

Los días pasaban y más triste se sentía, ella amaba cantar y ni hacerlo podía. Todas sus notas eran perfectas, e incluso era la empleada del mes. Pero había algo en su corazón: nada podía llenar ese vacío que había en su interior.

Llego el fin de semana y tomó una decisión. Apagar el celular, levantarse temprano y encerrarse en su habitación. Se sentó en una silla y sus ojos cerró, y solamente rindió su corazón a Dios.

Todas las preocupaciones y miedos al Señor le entregó, y entre lágrimas decía: "¿Cómo me acero a ti, Señor? Leo la biblia, oro y voy a la iglesia Dios. ¡Pero no hay nada que pueda hacer para disfrutar de tu presencia!" Exclamó.

En medio del silencio Natalia empezó a cantar. Tomó su guitarra y tocó los mismo acordes de aquella canción que tanto escuchaba. Así pasaron horas y horas y no tenía más nada que decir.

Entre canciones y canciones por fin sintió algo, pero no era una emoción, sino una conclusión:

"Que si lo buscares con todo tu corazón podrás hallarlo."

Que no vale la pena leer apresurado el pasaje en la biblia que tanto habías marcado.

Vale la pena disfrutar de ese bello mensaje que en Su palabra podemos encontrar.

"No se trata de orar con muchas palabras". Decía Natalia.

"Vale la pena expresarte de verdad aún sin cada una de ellas".

"Para acercarte a Dios no necesitas de todo un protocolo. Solo un corazón completamente rendido, y eso es todo".