Un hombre malvado queda preso por sus propios pecados; son cuerdas que lo atrapan y no lo sueltan. Morirá por falta de control propio; se perderá a causa de su gran insensatez.
Proverbios 5:22-23
IGLESIA.
¿Qué tan importante es para nuestras vidas?
Debemos recordar que cuando hablamos de Iglesia, nos estamos refiriendo al cuerpo de Cristo; en otras palabras, a nosotros mismos.
Nosotros somos la Iglesia de Cristo, no el templo al que asistimos.
Entonces, ¿le damos mucho valor a la "Iglesia"?
¿Tenemos comunión unos con otros?
¿Nos amamos entrañablemente y nos servimos con los dones que Dios nos ha otorgado a través de su Espíritu Santo?
El año pasado vivimos un tiempo muy difícil mundialmente. Sin embargo, el Señor nos ha estado hablando de tener una verdadera intimidad con él y comunión. De ser unos con Él.
Él probó nuestro corazón debido a que los templos cerraron y sus verdaderos discípulos adoraban y adoran al Señor en lo secreto.
Sin embargo, hoy en día, tomando las medidas de bioseguridad, muchos templos han abierto nuevamente.
Quizá muchos de nosotros nos sentimos agobiados por la situación y nos alejamos de él. O quizá teníamos mucho miedo y aún lo tenemos, por lo cuál no hemos decidido aún asistir nuevamente. Quizá ya no oramos como antes, o no leemos la biblia como solíamos hacerlo.
Quizá esa sea tu situación.
Sin embargo, el Señor nos manda a amar a Su Iglesia.
¿Cómo podemos hacerlo?
¿Cómo recupero o vuelvo al primer amor?
¿Cómo puedo dejar mi falta de disciplina a un lado y volver a sus caminos?
Son incontables preguntas que podemos hacernos, pero hay algunas cosas importantes que debemos recordar durante nuestra carrera a ese supremo llamamiento.
NO PODEMOS ESTAR SOLOS
Quizá te sientes confrontado como yo misma me sentí al recordar que no podemos vivir una vida solitaria siendo hijos de Dios y perteneciendo al Cuerpo de Cristo. Sin embargo debemos recordar que siempre necesitamos personas a las que rendir cuentas. Necesitamos poder conversar, servir y amar a nuestros hermanos de manera que podamos cumplir con la palabra del Señor. Sí, las cosas han cambiado, sin embargo tenemos importantes herramientas que nos ayudan a mantenernos aún más cerca.
No podemos vivir nuestra vida cristiana de manera solitaria. Debemos estar unidos aún si estamos lejos.
NECESITAMOS DISCIPLINARNOS PARA LA PIEDAD
Los medios sociales han sido de gran ayuda en cuanto a nuestros trabajos, nuestros estudios y la nueva metodología que ha impactado en gran manera nuestras vidas.
Podemos estar en medio de una clase y sin embargo estar estudiando en pijamas. Podemos pasar horas y horas frente al televisor viendo nuestra serie favorita o jugar nuestro videojuego favorito o estar en las redes sociales.
Quizá la pereza ha aumentado significativamente. Pero eso no puede seguir sucediendo.
Si queremos crecer espiritualmente y madurar en la fe, no debemos permitir que las cosas que nos rodea, nuestras actividades favoritas reemplacen nuestra cita diaria con Dios, reemplace nuestra lectura diaria de la Biblia, nuestros devocionales, nuestro tiempo de adoración, nuestro tiempo de rendirnos ante Dios, nuestro tiempo de predicar el evangelio.
No tiene nada de malo realizar nuestras actividades favoritas, pero siempre y cuando sea con moderación, nunca haciéndolas un ídolo en nuestras vidas de manera que ocupe todo el espacio en nuestro corazón y en nuestra mente.
Dios debe ser el primero y el único en nuestras vidas por encima de todo lo demás.
Cuando más pasemos tiempo con él nos vamos a dar cuenta que hemos perdido mucho tiempo lejos de él, porque fuera de él no hay nada, nada puedo llenarnos y nada puede satisfacernos. Solo Jehová puede hacerlo.
Por lo tanto debemos tomar el compromiso de disciplinarnos para la piedad, y eso lo lograremos en sus fuerzas y no en las nuestras. Él nos ayudará, simplemente debemos tener un corazón rendido y humillado de tal manera que verdaderamente tengamos un deseo fervoso de volver a su presencia.
No importa si al principio no te sientes animada como antes, o no te sientes alegre o gozosa de volver. AL pasar los día eso aumentará y la pereza disminuirá porque nos hemos estado disciplinando y buscándole, él aumentará su fuerza y su amor en nosotros. Recuerda que no se trata de emociones, se trata de su verdad.
El enemigo es astuto y sutil, nos va a atraer con lo que más nos gusta para que dejemos a Dios a un lado. Por esa razón debemos hacer el sacrificio de renunciar a nuestros ídolos, a todas esas cosas que nos quita el tiempo con Dios, y volver a Él.
IR A LA IGLESIA Y SER LA IGLESIA
Ir a la iglesia y ser la iglesia son dos cosas totalmente distintas.
Podemos asistir a la iglesia un domingo y sin embargo no cambiar nuestra manera de vivir. Podemos asistir y no ser nuevas criaturas en Cristo Jesús.
Podemos asistir y no conocer aún a Jesús.
Por esa razón debemos entender verdaderamente lo que significa seguirle; debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en él. Sólo eso. Él hará su obra en nosotros, nos confirmara, nos perfeccionará, nos santificará cada día para su obra. Nos guardará en la palma de sus manos.
En él somos justificados eternamente y para siempre.
Por esa razón, ser Iglesia es un privilegio tan maravilloso. El mostrar el amor de Cristo, cómo Él es, cómo vivió, sus milagros, sus palabras, su conducta, su corazón, su persona. ¡El hecho de que él Dios Todopoderoso viva en nosotros no se compara con nada! Gocémonos y alegrémonos.
No solo asistamos a la Iglesia, Seamos ella. Seamos la novia de Cristo en este mundo caído que necesita sanidad.
No ignoremos, no maldigamos, no neguemos con nuestro hechos cuanto amamos a Jesús. Recordemos siempre que la fe sin obra es muerta.
Por lo tanto, no dejemos de asistir a la Iglesia, no dejemos de amar a la Iglesia, y tampoco dejemos de serlo.
¡Dios te bendiga grandemente!

ESTÁS LEYENDO
Mi tiempo contigo
EspiritualMe mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. |Salmos 16:11| Como humanos, cometemos el error de buscar joyas preciosas en falsos tesoros. Satisfacción en lugares vacíos y plenitud en tie...