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''Ni siquiera puedo pensar con claridad,

Pero puedo decir que tú estás con ella,

Y yo seguiré siendo una tonta. Soy una tonta por ti. 

Tan solo un poco de tu corazón, tan solo un poco de tu corazón.

Tan solo un poco de tu corazón es lo que quiero. 

Just a Little bit of your heart - Ariana Grande


Permanecías ahí parado, aun sabiendo que tú presencia ahí entorpecía todo. Destruía todo. 

Me mirabas y sonreías, quizá si sabías qué estabas provocando, quizá no te interesaba. 

Todo era negro, frío y solitario. 

Te veía debajo de mí, parado con el equilibrio perfecto que dejaba en ridículo a la física, estabas ahí; y entre nosotros había una infinita cobertura de hielo, yo parada ahí, tú parado del otro lado. 

Cuando sonreíste otra vez, me dijiste quien estaba de cabeza; era yo. Era mi mundo el que estaba al revés, y era todo tu culpa. 

¿Estabas contento con eso?

Y entonces sonreí por igual. Tu sonrisa se plantó en mis labios, ¿sonreías a través de mí o sonreía por mi? 

Y poco pude sonreír cuando la atención la arrebataban ellos; mi abuela pasó a mi lado, pero se fue al suyo, atravesando el cristalino y frío suelo sin inconveniente alguno, siguió su camino hasta desaparecer en la negrura. 

De un momento a otro, todo mi campo fue cubierto por aquellos que habían pasado por mi vida, todos seguían el mismo curso que mi abuela, dejando a  dos al final. 

Mamá y papá. 

Permanecían a una lejanía que me permitía reconocerlos, simplemente con la distancia adecuada para hacerme saber que no se encontraban a mi alcance. Sonreí al ver como ellos lo hacían, sonreí de verlos aun en mi lado. 

Sin embargo, fue mi padre quien dio el primer paso y, aunque se lo pedí, no pareció oírme, de hecho, caminaba confiado hacia el otro extremo como si fuera eso lo correcto. Papá no debió saber que ese no era el sector correcto, pero no importaba; yo tampoco lo sabía. 

Quise encontrar a mi bella madre en el lugar donde mi padre la había abandonado, pero en su lugar, la encontré justo delante de mi; y el corazón se me llenó de una esperanza que hacía tanto no sentía. 

Sus ojos, su pelo oscuro, su fina y delicada cara; veía a mi madre otra vez. 

No logré impedir que las lágrimas me nublaran la visión, la garganta incluso me ardía con fuerza y sentí la necesidad de explicarle todos los sentimientos que había acumulado hasta ese punto, partiendo desde ese día. 

Ella, por el contrario, sonrió con dulzura mientras me alcanzaba con su mano, acariciando mi mejilla. 

¡Llegué!Me encontré gritando de pronto. 

Mamá ya no estaba ahí, ya no había nada frente a mi que me oscureciera el alma, al contrario, estaba en casa. Miré confundida las paredes de la entrada, con sus fotos y dibujos colgados desde hacía años; busqué a mi alrededor rastro de Jung Kook.

Hasta Romperte¹ |J•J•K|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora