-49-

231 53 31
                                    

''Siento en mis oídos como el latido de mi corazón va más lento.

Intento escapar pero termino entre sus garras,

Ninguna canción me hace algún efecto ahora. 

Estoy llorando en silencio.''

Black Swan - BTS


—Creo que ese es el único consejo que yo podría darte—Finalizó Park Ji Min.

No era capaz ni de mantener mi vista al frente, pues sentía que nada más chocar mi mirada con las paredes, aparecería ella y volvería a hacerlo.

Palmé mi brazo derecho, más en posición al hombro, y sentí que el dolor fue peor.—Pero puedes verlo de este modo; eres una de nosotros ahora. Es como un ritual.—¿Eso se supone que era bueno? Y tras asegurarlo, Ji Min se desabotonó los tres primeros botones de su camisa, para luego abrir la tela de par en par.

Se suponía, entonces, que debiera centrarme en una cicatriz bastante desapercibida como enorme, sin embargo, hacerlo no era tan fácil como pensarlo.

La piel del chico lucía tan cremosa y tersa, sin otra imperfección más que una línea a lo largo de su pecho, casi llegando al pezón. Casi enseñándome tal zona. El subir y bajar de su pecho se transformaba en un vaivén erótico en mi mente, y él lo sabía, sonriendo de esa forma...

Aparté mi vista de su cuerpo descubierto, con esperanzas no de que notara mi incomodidad, porque ya la notaba, sino de que decidiera hacerle caso.

En contraste de tal situación, mis ojos rondaron inconscientes por donde evitaba mirar, notando finalmente la profundidad de mi herida. Tragué saliva como una condenada y le rogué al Santo que quisiera escucharme que no me dejara perder la conciencia, quería aguantarlo.

Centrarme en los recuerdos quizá fue la causa de que eso no sucediera, pensar en Jun.

Ji Min había dicho que fue mi culpa por bajar la guardia, por haberme permitido estar cómoda en su compañía. No creí que me hubiera encontrado cómoda con Jun y, a decir verdad, supuse que el resultado sería el mismo siendo cualquiera mi actitud, sin embargo, no le discutiría a Ji Min.

El morocho había prendido su camisa otra vez y había dado paso a su camino, dándome la espalda, como antes. Ni siquiera traté de quitarme eso de la mente, sería inútil intentar no pensarlo cuando había sucedido hacía nada. La mujer que pareció haber terminado conmigo, decidió preguntar algo que claramente no podía responderle.

¿Por qué estuve en la habitación de Jung Kook?

Porque creí que quería verme, porque me había dejado una nota y yo, como toda tonta que se precie, sólo corrí a él ansiosa por verlo, ansiosa de continuar lo que había empezado la noche anterior, muy confiada de que algo siquiera había comenzado. Pero, querida Jun, si le hacía sentir mejor, yo también me arrepentía de haber estado ahí, que de poder volver el tiempo habría permanecido en cama un poco más. Hubiera esperado a que Jin o Tae vinieran a despertarnos para ponernos a limpiar... Ah, que feliz podría ser con eso.

Estaba tan frustrada como el resto por lo sucedido, aunque claro está que por diferentes motivos. Y sin importar qué tanto me arrepentía de esto, volvía a repetirlo. Volvía a buscar herirme y terminaba en su cuarto otra vez, escondida en el closet.

Pero sabido era que no podía decirle eso, que me inmutaría al punto de cohibir mis palabras y permanecería parada como una idiota. 

¿No lo recuerdas acaso?—Insistió.—Quizá tu cabeza lo olvidó, pero tu cuerpo lo recuerda muy bien. 

Hasta Romperte¹ |J•J•K|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora