Hasta Romperte¹ |J•J•K|

-39-

''Donde queda mi dolor, déjame tomar un respiro.

Mi todo, mi sudor y lágrimas.

No tengo miedo mientras esté cantando.

Me estoy acercando, deberías saberlo.''

ON - BTS 

El silencio se intensificó a medida que las personas, y el mismo Kook, esperaban por mi respuesta. 

La valentía en mí había durado nada, se había esfumado por completo a penas noté el carácter que ya debía haber supuesto que Jung Kook tendría. Él ya no sonreía, no le importaba nada más que yo. 

Si  bien había querido su atención, estaba segura que no la quería de modo tan intimidante. 

—Oye, niña—Fue Jun la que me hizo dar un brinco tras hablar en el suspenso del silencio, tomando mi brazo con fuerza. De todos modos, no voltee a verla, mientras Kook no me quitara los ojos de encima, yo tampoco lo haría con él—Si lo que quieres es irte con Ji Min, vete y deja de hacer un escándalo.—Murmuró la mujer. 

¡¿Por qué demonios querría irme yo con Ji Min?!

Que era lo que entendía Jun de todo eso era un misterio, pero comprender que realmente no quería estar cerca de ninguno, seguro no era.

—Nos vamos—Ordenó el chico frente a mi ignorando lo que seguro había escuchado de Jun. 

Él no me empujo ni me obligó a salir, solo se quedó ahí mirándome para que yo misma decidiera salir y ponerle fin al teatro. Y como realmente había sobrepasado todos mis límites, supe que no me quedaba de otra que irme con él—¿Vendrás conmigo?—Instó de nuevo, como última oportunidad. 

Miré al público solo para verificar que tan mala era la escena, y puesto que noté que eran demasiados los que intentaban disimular que nos estaban mirando atentos, convenía no empeorarlo todo más. 

Si alguno hubiese querido hacer algo, ya lo hubiera hecho; el asunto se notaba a distancia, no servía hacer más lío. 

Pasé de Jung Kook, con la rabia que me provocaba mi propia vida ya escociéndome los ojos, y me encaminé recto hacia la salida. Jung Kook no tardó en seguirme. Le había obedecido, pero no quitaba que volvería a gritar, al menos ahí, si el chico intentaba tocarme. 

Ese pequeño truco no me serviría para dentro de poco.

Fuera del recinto no había casi gente, habían unos cuantos trabajadores que conversaban a un lado, sin esperar que la gente saliera tan pronto. Al notar que solo éramos nosotros, volvieron a lo suyo, o quizá también porque acercarse a Jung Kook no inspiraba seguridad. 

Yoon Gi también esperaba ahí, quien se nos aventó al paso a penas nos vio. 

—¿¡Pero qué cojones ha pasado ahí!?—Vociferó el chico porcelana como si no hubiera visto absolutamente nada de lo ocurrido. Había un auto a unos pasos de nosotros, de donde el chico había venido. Como era de esperar, Jung Kook caminó en silencio hasta él, abrió la puerta del copiloto, y finalmente me miró en espera. 

Mi vista vagó de Yoon Gi hasta finalmente Jung Kook y la puerta abierta, en donde me vi resignada a subir. 

Yoon Gi permaneció expectante, igual que yo, pues la actitud de Jung Kook no se veía normal. Lucía extrañamente calmado ahora, incluso se lo escuchó tararear una canción muy despacio. Cerró la puerta cuando me encontré dentro, para luego rodear el coche por el frente, bajo la continua mirada de su amigo.