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''Había una vez, hace un par de errores atrás,

Yo estaba en tu mira, estaba sola.

Me encontraste, me encontraste. 

Supongo que no te importó, y supongo que eso me gustó. 

Y cuando me enamoré, diste un paso atrás. 

Sin mí, sin mí. 

I Knew you were trouble - Taylor Swift.

El efecto del alcohol se esfumaba lentamente de mi sistema, pasando a un segundo plano. 

Pero muy lúcida tampoco estaba, que quede claro. 

Caminé por el pasillo de regreso hacia el salón. En un principio, tuve a Tae pisándome los talones para que recapacitara lo que exigía, puesto que lo que Kook ocultaba no era algo que podría querer saber, al contrario, me arrepentiría de hacerlo.  

Y solo bastó esas palabras para que quisiera saberlo aun más.

En fin; Tae no pudo concretar su intención de retenerme puesto que Min Yoon Gi, alias: la excusa perfecta del momento para librarme de Tae, apareció de pronto doblando por el final del corredor. Nos miró a ambos, que habíamos detenido nuestro paso, y con una cara de "no, no quiero más problemas, solo los ignoraré" pidió a Tae que lo cubriera en el área "B". 

Y el chico, a dicho lugar se fue. 

Se me exigió que volviera al salón; a lo que asentí sin reproches al verle la cara malhumorada que el chico tenía.

Tae se había metido por el pasillo del cual Yoon Gi llegó, siendo simultáneamente, el que llevaba al salón. Yoon Gi había pasado de mí y se encaminó por el camino que yo acababa de recorrer; mientras yo permanecía en mi lugar rígida en espera de que ambos chicos se alejaran lo suficiente para no encontrármelos de nuevo. 

Fue difícil visualizar a Jung Kook, o cualquier cosa, al llegar al salón. Asumí que, debido al prolongado tiempo en el que permanecí en penumbras, exponerme al iluminado recinto significó cegar gran parte de mi visión, haciendo que no definiera figuras exactas de entre tantos bultos. Incluso me provocó un ardor en los ojos.

No quise dar paso alguno hasta que mi vista se acostumbrara a los focos blanquecinos del lugar, ya que esto, equiparado al aun ligero pero constante mareo, podría causarme una caída monumental; por ende, me vi al pie del marco hallando el equilibrio que me faltaba en la estabilidad del muro. 

No transcurrió más de medio minuto hasta que logré distinguir a la gente con notoriedad y, en consecuencia, también a Jung Kook. 

El chico se disponía a unos cuantos pares de pasos, casi al centro del tumulto de gente, rodeado de unos tantos de individuos. 

Para cuando encontré a Jung Kook, este ya perforaba simbólicamente mi cráneo con su mirada, dejándome en completa claridad que no estaba feliz.

Y vaya uno a saber por qué está enojado Jung Kook hoy en día...

Me fue inevitable que su expresión de disgusto me acobardara, tuve que exigirme mentalmente que me moviera para poder poner un pie por delante del otro.

Y fue increíble como el temor se perdía y la cólera me hallaba a medida que me acercaba a ellos.  Como tuve que ya haber previsto, esa endemoniada persona ya revoloteaba a Jung Kook.

Hasta Romperte¹ |J•J•K|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora