Con los parpados cerrados podía escuchar solamente su propia respiración en aquel pasillo y la humedad de su rostro por las lágrimas. No importaba que sus amigos estuvieran a su lado apoyándola. Su entorno carecía de importancia o sentido en ese instante. Su cuerpo podía estar ahí, pero su esencia estaba en otro sitio distinto.
Podía sentir a Draco como si fuera una extensión de si misma. El muro que los separaba no eran nada. Los latidos de sus corazones se habían sincronizado al igual que su respiración acelerada pero rítmica.
Una de sus manos aún se apoyaba contra la pared, mientras con la otra se aferraba con fuerza a su varita.
Pudo haber pensado en tantos recuerdos felices. Solía recordar con tal nitidez la biblioteca de Hogwarts que incluso a su nariz podía llegar el aroma a tinta y pergamino viejo de los libros. Tenia muy buenos recuerdos de su estadía en el castillo, con sus amigos acompañándola, cuando aun estaban todos y la guerra no les había arrebatado a tantos seres queridos, sin embargo, su mente avivaba con una fuerza abrumadora recuerdos específicos.
Movió su mano izquierda con lentitud acariciando la fría superficie como si le acariciara. Respiraba lento, la agitación comenzaba a apaciguarse en su interior. Un largo suspiro escapo de su garganta y llego hasta su nutria que seguía frotándose con cariño en el brazo de Draco.
Hermione pensó en su noche de bodas, evocando no un instante convenido en un contrato, sino un acto puramente de entrega, de confianza absoluta, con la única certeza que sin importar como terminaran las cosas deseaba que fuera Draco quien le ayudara a dejar atrás su corazón roto.
El calor del anillo fluía en su cuerpo como la primera vez que lo usara, el deseo seguía ahí tan palpable, pero el conocimiento de su existencia le había dado un giro completamente inesperado.
No fue fácil tomar la decisión de usarlo, en mucho por que no sabia los verdaderos alcances que pudiera tener la gema una vez que ella se encontraba embarazada. Posiblemente la neblina volvería a su mente para hacerla olvidar que la portaba y una vez que naciera su primer hijo era mas que probable que volviese influirlos lo suficiente para hacer crecer a la familia. Tendría además que dar muchas explicaciones a Draco. Saldría a la luz que desde hace bastante tiempo ella tenia conocimientos sobre los efectos de anillo.
Cuando logro decidir su siguiente movimiento, tenia claro las consecuencias que esto le traería y a pesar de sus miedos sabia que si con eso podía darle una mayor esperanza de sobrevivir a Draco esta dispuesta a cargar después con su desprecio.
Las cualidades del rubí rosado eran sin iguales. No solo por los dotes para la concepción al anular cualquier posibilidad de evitar un embarazo, sino por el vinculo que se creaba entre el matrimonio y la magia protectora no solo para el portador, también para su pareja.
Empujo el miedo, la inseguridad y la incertidumbre que el anillo le provocaba, solo por el hecho de que contarían con la fuerte protección mágica que les vinculaba. Podía lidiar con el resentimiento de Draco, mientras el lograra sobrevivir.
Lo amaba, no necesitaba portar el anillo para estar segura de sus afectos.
La destrozaría, si la rechazaba después de que se enterara de que descubrió el plan de Lucius y se quedo callada. Pero podía lidiar con un corazón roto de nuevo, si eso lo mantenía con vida.
Ahí, en aquel pasillo de hospital con un muro separándolos podía sentirlo dentro de su piel, como la sangre de Draco fluyera por sus propias venas, era si pudiera tocar incluso su alma si asi lo deseaba.
Suspiro de nuevo, apoyando esta vez su frente contra el muro, permanecía con los ojos cerrados, moviendo cadenciosamente los dedos de su mano libre.
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Amar Es Destruir Y Ser Destruido
FanfictionTenía el corazón roto desde hace mucho tiempo, desde el mismo momento en que supo que Harry estaba verdaderamente enamorado de otra chica. Hasta ese día había guardado ciertas esperanzas de lograr ocupar un lugar especial en su corazón y en su vida...