Discutieron por horas, sin importar cuantas vueltas le dieran al asunto, todo seguía igual.
Ron estaba realmente furioso y frustrado, se había cansado de intentar que Astoria entrara en razón, que entendiera que Malfoy era un maldito desgraciado, con tan mal corazón que obligo a su mejor amiga que se casara con él, sin embargo, no importaban los argumentos que le diera o los hechos presentados que hablaban por si solos, todo terminaba exactamente igual.
Astoria seguía empeñada en que Draco no era el villano que el creía. Exasperado había gritado, para después disculparse. Tironeo de su cabello con desesperación hasta que le dolió tanto el cuero cabelludo que dejo de hacerlo, su rostro enrojecido era todo un poema y aun con todo, la rubia seguía firme en sus convicciones.
-El no es bueno. Si lo fuera no la habría obligado a casarse. -Dijo por encima vez, su voz sonaba enronquecida y en esta ocasión lo dijo en tono bajo casi para si mismo.
-Si Hermione no hubiera querido casarse con el, dudo mucho que cualquier amenaza hubiera valido para obligarla. Ella es una mujer más que capaz.
-Lo hizo por proteger a Harry.
-Aunque ese sea al caso. Ella tomo la decisión de casarse, ambos sacaron algún provecho de esa unión, son adultos Ron. Puedes decir lo que quieras, pero Draco no sometió a Hermione a punta de varita, ni la hechizo para doblegar su voluntad. Los tratos que hicieran fue de mutuo acuerdo, ni más ni menos.
Ron se sentía al borde de las lágrimas. Quizás era lo doloroso de la situación o que, en el fondo, el también tenía que admitir que pesar de que detestara con toda el alma a Malfoy, Astoria llevaba algo de razón al respecto.
-Hermione es una gran persona. -Las palabras salieron atropelladas por su garganta, a esas alturas se había acercado a la chica hasta estar separadas a penas por medio metro de distancia. Le miraba intensamente.
Se encontraban solos en la propiedad del pelirrojo. Ron le había pedido -casi suplicado- que hablaran. No quería que cuando la farsa de matrimonio que mantenía su mejor amiga terminara, la joven Greengrass se embarcara en una odisea que solo le traería sufrimiento a la larga. La apreciaba demasiado para ver que arruinara su vida al lado de un despreciable hombre que estaba seguro no podría valorarla, ni hacerla feliz.
-A sufrido demasiado porque siempre a defendido las causas imposibles. Tiene un enorme corazón, tan grande que siempre antepone el bienestar de los demás antes que el de ella misma. -Soltó con amargura. -Ama a Harry y aun con todos los errores que ha cometido mi hermana estoy convencido que también lo hizo por ella.
Una solitaria lagrima escapo de sus ojos azules y corrió por su rostro. No le avergonzaba llorar, confiaba en la rubia. El poco tiempo que habían tratado se ganó fácilmente su confianza. Era precisamente la nobleza en Astoria lo que lo llevaba a quererla proteger. Muy pocas personas apreciaba verdaderamente, aun menos eran aquellas a las respetaba a pesar de lo diferentes que pudieran ser en pensamiento. Hermione encabezaba la lista a pesar de su terquedad y lo perfeccionista de su personalidad y sin duda era la dulzura y nobleza presente en el carácter de la menor de las Greengrass lo que rápidamente le concedió un lugar en sus afectos.
-No hablo desde el despecho, si eso crees. Siempre voy a querer a Hermione de una manera especial. –"Aun la amo", Admitió para si mismo- Pero prefiero mil veces verla feliz al lado de un buen hombre que puede amarla y valorarla a soportar la idea de que permanezca a un lado de Malfoy. Tampoco quiero esa vida para ti.
Astoria se quedo sin palabras por un momento. Desarmada por las lagrimas que comenzaban a correr por las mejillas pecosas del hombre que tenia enfrente. Estiro su mano, intentando suavemente secar su rostro.
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Amar Es Destruir Y Ser Destruido
FanficTenía el corazón roto desde hace mucho tiempo, desde el mismo momento en que supo que Harry estaba verdaderamente enamorado de otra chica. Hasta ese día había guardado ciertas esperanzas de lograr ocupar un lugar especial en su corazón y en su vida...