Huesos

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"... Sangre de mi sangre, sangre de un portador y un nacimiento, traerá de vuelta a Lord Vordemort, mi señor..."

Los días transcurren con una quietud aparente. El desconocimiento de nuevos sucesos trae una calma superficial que puede ser rota en cualquier momento, por la persona menos esperada.

Por alguna razón la observa en silencio, desde la distancia. Suele hacerlo con demasiada frecuencia, aunque nunca lo admitiría. Hay algo en ella que lo llama, aunque no sabes entender el sentimiento que lo sacude cuando la mira. Pudiera decir que esta enamorado, pero no esta seguro. Al menos no es lo mismo que siente por Victoria. Comparando ambos sentimientos parecen correr de manera paralela, pero sin tocarse, siguiendo caminos similares pero muy hondamente hay un algo que no sabe explicar que lo hace diferente.

Le llama como el canto de sirenas. Es demasiado joven para entender los ¿Por qué? o los ¿Cómo?, para explicar las causas que pueden provocar que sus latidos se aceleren, le suden las manos o la facilidad con la que pierde el habla cuando se encuentran.

Su larga cabellera negra se mece con el viento, largos mechones de cabellos oscuros que se rizan en las puntas parecen jugar con el movimiento. Siempre parece concentrada, ajena a todo lo que la rodea, solitaria, tímida y dulce. Los ojos grises se pierden en un punto lejano que no puede alcanzar y que los hace a su parece enigmáticos como bonitos.

Sigue siendo la solitaria de siempre a pesar de estar rodeada de gente. A despertado en muchos la admiración, su belleza llama la atención y eso lo enerva un poco, aunque internamente agradece que parece completamente ajena a los intentos que hacen por acercarse.

Es inteligente, tiene una mente brillante y a pesar de ello es modesta al expresarse. Los profesores dicen que se parece demasiado a Hermione cuando era estudiante, quizás la única diferencia radicaba en que la castaña era tan determinada para que siempre fuera su mano la primera en alzarse cuando formulaban una pregunta.

Ted ha decidido salvar la distancia que los separa. Camina lento con las manos en los bolsillos aun pensando que ese "algo" que le llama poderosamente la atención. Cuando se sienta a su lado, Destiny tarda bastantes minutos en notar su presencia.

Parpadea un par de veces, antes de que una sonrisa cuaje en sus labios.

-Hola. -Saluda, con un bonito color rosa tintando sus mejillas. -¿Tienes mucho rato aquí?, -Pregunta avergonzada.

-Acabo de llegar, -Miente descaradamente con una sonrisa de suficiencia.

-Lo siento. -Se disculpa, entendiendo que debe de llevar un rato a su lado y no lo había notado.

Teddy mueve la mano restándole importancia.

-Daria mi reino por conocer tus pensamientos. -Bromeo con descaro, haciéndola sonrojar más. -A veces creo que tu mente esta tan lejos que nunca la podre alcanzar.

La sonrisa de Destiny se vuelve triste repentinamente.

-Hay lugares que es mejor no visitar. -Intento bromear al tiempo que recomponía su sonrisa. -¿Has terminado los deberes?

-No todos, me falta una investigación de Historia de la magia. Imagino que tú ya terminaste.

-Me falta terminar una redacción.

-Eso es grave, ¿Te sientes bien? -Dijo al tiempo que colocaba la palma de su mano sobre la frente de su amiga. -Debe de ocurrirte algo, si no has terminado los deberes a esas horas de la tarde.

La broma se ganó una nueva sonrisa.

-Tienes razón. Tendré que poner remedio de inmediato a mi terrible falta. -Contesto al tiempo que se ponía de piel.

Amar Es Destruir Y Ser DestruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora