Liam Miller

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Eres libre de hacer con tu vida lo que te plazca. Puedes quedarte postrado en esa cama lamentándote y auto compadeciéndote. Entrégate a la muerte como el valiente héroe que fuiste y no el cobarde que eres ahora.

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Con la confianza que dan los años de amistad, entro a la casa veraniega en la que vivía su amiga de infancia Pansy con un simple "alohomora". De antemano sabia que Potter se encontraba en el lugar, la misma Parkinson les había puesto al tanto para que Draco pudiera ir a verle para evaluar su estado de salud.

Malfoy lo había mandado primero con la instrucción de evaluar la situación y tomar una decisión al respecto. Si su estado era grave no quedaba mas remedio que llevarlo de vuelta a San Mungo y de ser necesario tendría que intervenir perdiendo así el anonimato del tratamiento. Todos esperaban que su estado no fuera tan crítico para tratarlo desde casa o posiblemente en las oficinas privadas de Draco para suministrar lo necesario para estabilizarlo.

Lo que menos esperaba Nott era encontrarse con la presencia de Longbottom, mucho menos que se encontrara tan tranquilamente en el comedor tomando el desayuno de manera desenfadada con cierta rubia que no podía sacar de su cabeza.

El acido que sintió en la boca de estomago, trepo por su garganta, dejándole un sabor amargo. Sus ojos azules eran dos dagas que se clavaban con furia en el castaño que sonreía de manera boba a una encantadora chica que parecía cautivada por cualquier estupidez que estuviera contando Neville.

-¿Dónde esta Pansy? -Pregunto sin siquiera saludarlos, en un tono demasiado alto para su gusto.

Su intervención fue tan repentina y tan brusca que logro que dieran un respingo en sus asientos Luna y Neville.

-Esta en su habitación, desayunando con Harry. –Informo con cierto desconcierto por la repentina explosión en el carácter de Nott.

Hacia meses que habían dejado la hostilidad del pasado, incluso le parecía una persona agradable de trato, pero ahora parecía tener delante a alguien completamente diferente. Lo que lo desconcertó y molesto a partes iguales, pues le desagradaba la manera en la que veía a Luna, como si tuviera algo en su contra.

-¿Ocurre algo? –Se atrevió a preguntar sosteniéndole la mirada.

Neville ya no era el mismo chico tímido, patoso, inseguro y descoordinado del que todos se burlaban. La guerra lo había marcado profundamente como a todos, obligándolo a sacar el carácter y volverse un hombre seguro de si mismo, con el mismo corazón noble, pero decidido y entero.

-¿Qué habría de ocurrir? –Replico en tono burlón, apartando su vista del muchacho para ver de nuevo a la chica con cierta rabia.

-No se. –Se encogió de hombros. –Dímelo tu, pareces molesto.

Nott sonrió sin alegría tomando la manzana de Luna que estaba justo a un lado de su plato y que estaba a punto de coger, casi se la había arrebatado de la mano.

-No tengo nada que decir Longbottom. –Dijo con sequedad, mordiendo la manzana sin apartar sus ojos de los azules de Luna.

Neville se tenso al instante ante la grosería hacia Luna, su cuerpo se envaro y estuvo a punto de levantarse para exigir que se disculpara con su amiga. Pero la suave y delgada mano de la rubia se poso en la suya para contenerlo casi como por descuido. Sin verse afectada en lo mas mínimo por la actitud hostil de Nott.

Amar Es Destruir Y Ser DestruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora