La Última pieza de mi Puzzle (#8 Saga Bebé)

4. Confesión

Scarlet:

Me siento mareada y perdida.

La cabeza me da vueltas y el calor se expande por todo mi cuerpo, todo este poder tiene Theo sobre mí, ahora lo tengo claro.

Estoy besando a Theodore y aunque mi mente y mi razón saben exactamente que estoy haciendo y de las consecuencias que esto puede traer en el futuro, aun así no quiero parar, aun así estoy disfrutándolo y no quiero que se detenga.

Debo estar muy mal de la cabeza.

Las manos de Theo me acerca más a él, me rodean la cintura y los míos suben por sus músculos, le rodeo el cuello con los brazos y llevo nuestro beso mucho más allá, su lengua entra en mi boca y la sensación es mucha más deliciosa, gimo y le respondo igual, nos besamos desesperados y hambrientos, comiéndonos la boca uno al otro hasta que tenemos que ser interrumpidos.

Jadeo necesitando aire y el rompe nuestro beso, nuestros labios suenan al soltarse, pero se niega a alejarse mucho, como dos imanes que se atraen.

Las manos de Theo suben a mi rostro y me examina con sus oscuros ojos, unos segundos después una leve sonrisa cruza sus labios y provoca un caos en mi interior, entiendo todo esto y me aparto.

—¿Scar?

Solo retrocedo un paso y siento tambalearme, su beso me ha afectado más de lo que esperaba.

¿Y ahora qué?

No pensé en el después, no quise pensarlo.

—Scar... —Su voz sale temblorosa.—¿Qué sucede?

Suceden muchas cosas, Theo.

Para empezar esto.

Me quedo procesando todo y niego con la cabeza cuando intenta acercarse a mí de lo preocupado que esta, levanto la mirada y veo sus ojos caídos por mi rechazo, mi corazón duele y aun así no sé qué hacer.

Esto ha sido un terrible error.

Solo niego y el encoje su mano volviéndola a su sitio, me llevo la mano a los labios y voy directo a mi habitación, no es hasta que cierro la puerta cuando escucho sus pasos dirigirse al piso de arriba, quiero decirle que podemos despertar a Jack si empezamos una discusión, pero mis labios no dejan de temblar, creo que hasta me es imposible hablarle.

Observo la manecilla de la puerta cuando intenta abrirla, al descubrir que está cerrada, golpea la puerta con fuerza.

—¡Scarlet!

Trago saliva y mis ojos arden.

—¡Por favor, Scarlet..!

¿Por favor qué, Theo..?

—Ha estado mal..—Logro pronuncia y entro en razón que lo he soltado sin pensar.

Hay un silencio al otro lado de la puerta después de escucharme.

—No..—Lo escucho al otro lado de la puerta.—No ha estado mal, Scar.. Rayos, ha estado increíble.

Mi corazón se acelera y me llevo la mano al pecho, apoyo mi espalda en la puerta y cierro los ojos.

—No ha sido un error.—Dice en un suave susurro, pero lo he oído.—Besarte jamás será un error para mi, Scar.

—Theo...

—Por favor.. Solo.. —Golpea una vez más.—¿Puedes salir para hablar?

Mis manos tiemblan.

—Por favor.—Me suplica y mi mano ya está en el pomo de la puerta.

La abro y tengo su imagen delante de mí, no he sido yo, no conscientemente, pero me ha impulsado a dar la cara.

Ya no estas para esto, Scarlet.

Los dramas ya los dejaste en tu adolescencia, es hora de enfrentar las consecuencias de tus acciones.

Theo luce sorprendido al verme, hasta el esperaba que no iba a abrir la puerta.

—No me arrepiento.

Yo tampoco, esa es la verdad.

—Y no voy a dar vueltas contigo.—Dice mirándome , una sonrisa cruza sus labios.—No ahora que se lo que sientes por mí.

—Theo..

—Te amo, Scar.

Su confesión me deja sin palabras y por un momento me cuestiono si mis oidos han escuchado bien o solo ha sido algo que he querido oír hace mucho tiempo.

¿Acaba de..?

—Te amo.—Repite acelerando mis latidos.—Yo siempre te he amado, Scarlet.