Parte 16

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---¡PORQUE ES TU EX!

Quedo en shock por un momento hasta que escucho a Astrid sollozar.

Nuca la había visto tan vulnerable.

---No importa que sea ella, no la quiero.

---Pero alguna vez la quisiste. Y si la vuelves a querer y me dejas.

---Eso no pasará---Respondo firme y seguro.

Suelta un suspiro y se aparta un poco de mi, aunque sigo sin soltarla.

---¿Cómo estás tan seguro?

---Creo que ha llegado la hora de que conozcas la historia.

Tomo su mano y camino hacia el carro, abro el asiento trasero y Astrid entra en el auto seguida por mi. Cierro la puerta y suelto un suspiro, es hora de contar toda la verdad.

---Conocí a Alejandra hace dos años, cuando recién entre a la Universidad. Ella también era nueva---Me recuesto en el asiento y miro hacia afuera por la ventana, evitando la mirada de Astrid---Resulta que los dos compartíamos Ingles, a pesar de que estudiamos carreras totalmente diferentes.

---Entonces, sobre el trabajo---Le pregunto el castaño a la pelinegra.

---Hipo, no hay solo que estudiar todo el tiempo, también debemos disfrutar---Respondió la chica tomándolo de la mano y llevándolo fuera de  la Universidad.

---Ella era alguien a quien no le importaban las reglas, yo antes las seguía al pie de la letra---Dejo de mirar por un momento la ventana para mirar a Astrid---Almenos la mayoría de las reglas.

La escucho reír suavemente, pero de inmediato se calla.

---Creo que eso fue lo que me gusto de ella, me sacaba de mi zona de confort.

---No pasará nada Hipo---Comentó la chica abrochandole el casco al ojiverde.

---Estamos en unas carreras ilegales en vez de estar en clase de ingles, Alejandra.

---Pero siempre hay un limite y ella lo sobrepasaba, era lo único que no me gustaba, sobretodo cuando comenzamos a salir.

---No te preocupes Haddock, yo sé controlar esto---Comentaba la chica de ojos marrones mientras le daba otra calada a su cigarrillo lleno de sustancias psico-activas.

---Verla drogada era la peor cosa del mundo, pero yo aun así la quería, y quería que ella mejorara. Por eso me quede a su lado.

---¡No te quiero Hipo, entiendelo!---Exclamaba la pelinegra mientras recogía su ropa interior y la de su acompañante, las cuales estaban por toda la habitación de la chica---¿Quien va a querer a un nerd amante de los dragones, que lo único que sabe hacer es hablar sobre cosas que a nadie le importan.

---Fuí un estúpido en ese tiempo, porque todo lo que ella me dijo esa noche, cuando la encontré con otro hombre, esas palabras, dolieron más que sus acciones y comencé a cambiar.

---¿Enserio vas a donar todos tus comics?---Preguntó Bocon viendo como el ojiverde dejaba una gran caja en la puerta de su casa.

---, después de todo ya no los necesito---Comento el joven con tristeza y odio.

---Intentare no venderlos para el día en que recapacites.

---Después de un tiempo ella fue internada en un centro de rehabilitación, del cual salió hace poco, por eso me quede en shock ese día al verla---Dejo de mirar la ventana para ver a la rubia y tomar sus manos---Ese día fue nuestro primer día de novios. Volver a ver a Alejandra me causó muchos sentimientos, pensé que aun la quería, pero me di cuenta de que esos sentimientos simplemente eran nervios, nervios de volver a recordar todo lo que sufrí, recordar cuanto cambie, por alguien que no vale la pena. Ahora ya no siento nada por ella, ni siquiera lastima.

---Entonces ¿Porque estabas con ella en el momento en el que te besó? Y ¿Por qué me evitaste todo este tiempo?

Acuno su cara en mis manos, limpiando una lagrima que se le ha derramado, probablemente ni cuenta se ha dado de cuando salió aquella gota.

---Me la encontré en la Universidad, ella quería volver conmigo, al ver que yo la ignoraba decidió besarme---Tomo aire para continuar hablando---Sé lo que se siente que te engañen y nunca lo haría, por eso estaba esperando el momento para decirtelo, pero ocurrió el problema con mi papá y, simplemente, no pude pensar en nada más.

He dicho al pie de la letra todo lo que pasó ese día, aun así, tengo miedo de que ella no me crea, y por lo tanto, no me perdone.

Me acerco a ella y uno nuestras frentes sintiendome a gusto y en paz. Un sentimiento un tanto indescriptible.

Creo que debo aceptar y asimilar lo que dijo Patapez, me gusta Astrid.

Y me gusta que me guste.

---¿Me perdonas?---Pregunto con un poco de temor.

Ella sonríe y me besa con suavidad, al alejarse golpea mi hombro.

---Esto, es por no contestar mis llamadas y preocuparme.

Ella me vuelve a golpear, en el mismo hombro.

---Y esto, es por todo lo demás.

♡♡♡

---Entonces debo tomar el tenedor así y el cuchillo de esta manera---Comenta Astrid mostrándome su forma de sostener los cubiertos.

Aplaudo y hago una leve reverencia.

---Muy bien Señorita Astrid, eres toda una experta.

Ella se levanta de la mesa y simula tener una falda, para hacer una reverencia.

---Muy bien par de azúcares andantes, es tarde y quiero dormir---Comenta Heather subiendo las escaleras.

Miro la hora en el reloj de la pared, es muy tarde, el tiempo se pasó super rápido.

---Me tengo que ir, pero no traje mi moto.

---Le puedo decir a Heather que nos preste su carro.

Escucho una puerta abrirse en la parte de arriba del departamento.

---¡NO, FABIO ACABA DE LLEGAR DEL TALLER Y TÚ LO SACASTE HOY, ASÍ QUE NO MAS VUELTAS PARA FABIO!

Miro a la rubia un poco confundido por lo que acaba de decir la ojiverde.

---Fabio es su carro.

Y todo tiene sentido.

  

Doble ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora