Capítulo 12

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Los golpes en mi puerta hicieron que despertara de golpe.

Di un profundo respiro y me refregué los ojos antes de preguntar.

-¿Quién es?- Dije algo adormilada.

-Soy Jaden. ¿Puedo pasar Edeline?-

Me sobresalte ante esa idea y Salí corriendo al baño para aunque sea cepillarme los dientes. No quería que mi aliento fuese el de las entrañas de un gato.

-Un segundo- Dije mientras cepillaba mis dientes. Vi que los Lesson dormían cada uno en su cama como si el silencio fuese absoluto. Que sueño tan pesado tenían los tres hermanitos.

Termine de cepillar mis dientes y fui a abrir la puerta. Obviando el hecho de que aún estaba en piyama por supuesto.

Jaden se encontraba del otro lado del umbral con el uniforme puesto. Su cinturón de armas colgaba de su hombro y llegaba hasta su cintura, y de la misma tenía su espada de teletransportacion amarrada. Sus ojos eran de un gris intenso casi chocando con un celeste muy pálido. Sonreí al verlo.

-Hola- Dije alegre.

-Lindo piyama- Comento Jaden.

Me eche un vistazo y solo traía puesta una camiseta blanca pequeña y un short negro ajustado. Me sentí un poco avergonzada.

-¿Qué haces aquí?- Pregunte

-Quería asegurarme de que no te quedaras dormida para ir al desayuno- Dijo.

-Pero aún falta una hora- Dije mirando mi reloj.

-Bien- Dijo Jaden- Me atrapaste. Quería ver como estabas-

No pude evitar sonrojarme.

-Estoy bien- Dije- Creo que la herida ya cicatrizo- Dije tocando mi pecho, donde bajo la camiseta tenía el vendaje.

-¿Estas segura de que quieres ir hoy al entrenamiento? Podrías quedarte descansando. No tengo problema en cubrirte-

-Olvídalo- Dije- Seguro Seth notara mi ausencia. Siempre está pendiente de todo lo que hago o dejo de hacer. Esperando que cometa el mas mínimo error para refregármelo en la cara-

-¿Sabes que no permitiré que te haga daño, verdad?- Pregunto Jaden casi entrando a mi dormitorio y acercando su rostro al mío. Me aferre al umbral de la puerta mientras veía más definidas todas las facciones de su rostro.

-Chicos- Dijo una voz femenina en el pasillo.

Era Riley.

-Hola Riley- Dijo Jaden alejándose de la puerta y sonriendo incómodamente.

-Creo que te me has adelantado Jaden- Dijo la rubia- Yo también venía a ver como estaba Edeline-

-Como le dije a Jaden. Estoy bien- Dije sonriendo.

-¿Estas segura? Si quieres puedo ayudarte con la herida- Se ofreció Riley.

-Descuida- Dije- Ya cicatrizo-

Luego de eso me despedí de mis dos mejores amigos y fui a darme una ducha. Al quitar el vendaje efectivamente solo quedaba una marca que atravesaba mi pecho. Lamentablemente ese corte había sido muy profundo, y sabía que esa marca quedaría para siempre. No me molestan las cicatrices, tengo varias en el cuerpo; lo que me molesta es que haya sido Seth quien la haya provocado, y que este tan cerca de mi corazón.

Ser un Evolucionado implica estar al borde de la muerte; por eso la vida nos parece una mentira.

Me vestí con un pantalón ajustado de tela elástica que permitía mis movimientos libremente. Una remera negra y un chaleco azul oscuro. En la cintura tenía mi cinturón de armas, y también la empuñadura de mi espada de fuego, es una espada retráctil. Solo no llevaría mi arco y flecha, hoy no sería necesario.

La Tormenta AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora