Capítulo 14

271 34 11
                                    


-¡Ethan!- Dije corriendo donde estaba.

-¿Gian que le sucedió?- Pregunto Myles al otro lado.

-No sé- Dijo Gian- Solo comenzó a tambalearse hasta que cayó desplomado-

Lo sacudí levemente tomándolo de los hombros.

-Está muy pálido- Dijo Myles.

Tome su muñeca y presione levemente.

-Su pulso está bien- Dije.

-¿Entonces qué fue lo que sucedió?- Dijo Gian asustado.

-Estoy más que segura que es porque no ha desayunado hoy-

-No creo que fuera por eso Edeline- Dijo Myles- Ethan no solía desayunar cuando íbamos al colegio. Solía resistir hasta la hora del almuerzo-

-Si. Pero ahora está haciendo una actividad física. Necesita los nutrientes de un desayuno para poder realizarla de manera correcta. Pero es tan testarudo que se niega a desayunar- Dije poniendo su cabeza en mi regazo; parecía una hoja de papel.

-¿Y qué hacemos ahora?- Pregunto Myles.

-Tengo que llevarlo a la enfermería-

-¿Estas segura de que podrás? Ethan es más grande que tú- Observo Myles.

-Voy a intentar- Dije.

Pase un brazo de Ethan por mi cuello y me incorpore para estar nuevamente de pie. Si bien Ethan no pesaba mucho, levantar todo su peso sin ayuda era demasiado para mí.

Puse mi brazo alrededor de su cintura y lo tome con firmeza para seguir por el laberinto. Aunque era obvio que no lograríamos jamás llegar primeros.

-Myles- Dije- Toma mi cuchillo y ve marcando por dónde vamos. Tú serás el guía-

-Pero puedo ayudarte- Dijo Myles.

-No- Dije- Necesitamos salir con urgencia de aquí. Yo puedo sola-

-¿Qué no hay un tipo de alarma en este lugar para encontrar fácilmente la salida en caso de emergencia?- Pregunto Gian.

-Sí, pero como hoy era solamente escapar no la usaron. Nadie podía prever que Ethan iba a ser tan testarudo como para no desayunar y desmayarse-

A regañadientes, Myles y Gian tomaron la delantera mientras yo iba unos metros detrás con Ethan colgando como si fuese un muñeco de trapo. Me consideraba una persona con mucha fuerza por todo el entrenamiento que recibía a diario; pero no es lo mismo utilizar la fuerza para golpear un saco de boxeo con bronca, que distribuirla por todo tu cuerpo para cargar a alguien que era más grande que tú. Luego de esto comenzare a hacer pesas.

Sentía el sudor correr por mi frente y los mechones de cabello pegarse a mi rostro. El brazo se me adormecía y las piernas comenzaban a pesar más de la cuenta.

-Maldita sea Ethan. Despierta- Dije esperando que pudiese oírme.

Pero estaba en ayunas, asique dudaba que fuese a despertar.

Seguí caminando otro poco detrás de Gian y Myles. Esta vez con más lentitud y la respiración algo agitada.

-La próxima vez que te rehúses a desayunar juro que te meteré la comida a la fuerza- Dije.

Sentí que alguien llamaba a mi nombre.

-Edeline-

Me di la vuelta y Jaden se encontraba con su grupo detrás de mí.

La Tormenta AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora