Capítulo 35

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Los chicos no estaban por ningún lado.

Habíamos pasado dos días buscándolos, casi no habíamos dormido ni comido porque queríamos encontrarlos. Pero no había rastros de ellos.

Habíamos logrado cruzar la fosa que había hecho el Zadoc al lado donde habían estado por última vez, pero no había ni siquiera huellas que nos indicaran donde habían corrido. Se los había tragado la tierra.

Vi que Ethan se había sentado un momento a descansar en el césped seco. Se lo notaba mucho más débil, su cuerpo estaba más esquelético al igual que su rostro, que comenzaba a consumirse, había perdido peso definitivamente; el chaleco le quedaba holgado, su piel estaba pálida y unas notorias y oscuras ojeras se mantenían firmes bajo sus ojos. Su cabello ahora castaño claro, estaba mucho más largo y desordenado que de costumbre. Tanto que comenzaba a molestarle en los ojos.

Y aun así, seguía luchando por encontrar a su hermano.

-No tiene sentido- Dijo Ethan.

-¿Qué cosa?-

-Seguir buscando. Es obvio que no están-

-Ethan- Dije poniendo una mano en su hombro y sentándome junto a él- No te des por vencido, Myles no puede estar muerto-

Ethan clavo sus ojos azules en mí.

-No he dicho que está muerto. No creo que este muerto, mi hermano es más fuerte que yo. Está vivo. Lo sé- Dio un respiro profundo- Es obvio que se escaparon y ahora están muy lejos de aquí, Myles siempre tiene un plan, es muy inteligente-

-Vamos a encontrarlos Ethan. No sé cuándo, pero te prometo que los encontraremos-

Él me regalo una sonrisa y tomo mi mano con firmeza.

-Gracias Edeline. Eres lo único que me queda-

Cuando la noche comenzó a caer, buscamos un lugar seguro para dormir. Estábamos en el medio del bosque y no había nada a kilómetros. Por lo que tuvimos que limitarnos a hacer guardia mientras el otro dormía. Ethan había dicho que él quería hacer el primer turno, pero yo sabía que estaba exhausto, por lo que había insistido en que durmiera y luego de unas horas yo lo despertaría.

Se veía tan pacifico durmiendo con la espalda apoyada sobre el tronco de un árbol. Con el cabello cayéndole ligeramente sobre el rostro. Me parecía increíble pensar que hasta hace casi un año atrás, era un niño caprichoso y egoísta. Ahora no se mostraba así en absoluto así, la muerte de Gian había sido la gota que había colmado el vaso para él. Solo tenía dolor y remordimiento dentro de él.

Comenzaba a aburrirme. La noche tenia luna llena y el cielo totalmente estrellado, decidí caminar por el perímetro. Sin alejarme de Ethan. El bosque se me hacía demasiado conocido, como si ya hubiese estado allí antes.

Los recuerdos me golpearon de repente y me di cuenta de que si, ya había estado allí antes. Cuando tenía 14 años, allí había conocido a ese grupo de chicos.

Estaba practicando con mi arco y entonces uno de ellos detuvo mi flecha con su mano. Como si controlara el tiempo o fuese un juego de niños. Me vi completamente aterrada al verlo y apunte con otra flecha. Una de fuego. Por más de que el chico de cabello castaño me decía que no tenía por qué temer, que él no pensaba lastimarme; yo no me fiaba de él. Cuando lance mi flecha de fuego, otro chico se hizo presente. Tenía el cabello blanco como la nieve y deshizo el fuego de mi flecha tomándola en el aire con la palma de su mano, apagando el fuego sin siquiera hacer una mueca de dolor.

También había tres chicas con ellos, pero no hable casi con ellas, solo recuerdo que una tenía el cabello castaño y largo hasta la cintura.

Esos chicos no eran comunes, eran especiales, quizás más que yo. Pero no los había vuelto a ver, no desde el día en el que les prometí que cuidaría la base marítima. Porque era la única entrada y salida que tenían. Estaba aturdida y asustada en ese momento pero se los prometí. Y si mal no recordaba, la base marítima no se encontraba muy lejos de allí. Por lo que tenía que guiar a Ethan lejos de allí. No solo porque era peligroso para ambos, ya que de allí venia el agua contaminada que creaba los Zadocs, si no que porque probablemente quisiera destruir la base como querían los demás Evolucionados. Pero una de las chicas de ese grupo de fenómenos había puesto un hechizo en todos los evolucionados para que ninguno pudiese encontrar la base. Solamente yo sabía dónde estaba su ubicación exacta. Aunque me habían prohibido volver a ese lugar.

Era todo tan extraño. Que a veces ni yo podía explicarme lo que paso en esos tres días.

Decidí volver donde estaba Ethan. Seguía durmiendo como un bebe y no quería despertarlo. Él necesitaba dormir mucho más que yo. Por lo que decidí dejarlo tranquilo por el resto de la noche. Quizás cuando empezara a alumbrar el sol, dormiría solo unos cuantos minutos.

Cuando se hizo de día comenzamos nuestro recorrido nuevamente. Ethan me había regañado porque yo no había dormido nada pero la verdad era que no estaba con sueño, quizás solo un poco hambrienta. Pero podía soportarlo.

Comencé a adentrarme más en el bosque. Porque sabía que del otro lado estaba la laguna, y en la laguna se encontraba la base marítima, lugar al que no podía guiar a Ethan.

-¿Estas segura de que sabes dónde vamos?- Preguntó Ethan.

-Claro- Mentí- Por este camino volvemos a la carretera.

-¿Cuál camino?- Pregunto Ethan.

Vacile un segundo. Cuando estaba por contestarle con otra mentira, pude ver no muy lejos. Una pequeña cabaña entre medio de los árboles.

Al fin podríamos descansar un día sin preocupaciones. 



Una cabaña... Ethan y Edeline solos... No se, yo solo digo :D 

¿Que les gustaria que pasara en el proximo capitulo? (No digo que vaya a pasar lo que ustedes comenten XD el cap ya esta escrito jajaja, pero me intriga saber si tienen alguna teoria) ¿Que opinan de los chicos misteriosos que nombra Edeline? Si han prestado atencion, los nombra varias veces a lo largo de la novela 

los veo el domingo!!!

La Tormenta AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora