La Tormenta Azul

Capítulo 16

Entré en mi habitación y cerré de un portazo.

-Si la cerrabas más fuerte seguro la hacías giratoria- Dijo Myles sentado al borde de su cama.

-Lo siento-

-¿Qué sucedió?-

-Un Zadoc logro penetrar la seguridad- Dije- La alarma se activó para que todos fuéramos a defender la base. Pero Seth se ocupó él solito de la situación-

-Pensé que nada podía entrar aquí- Dijo Gian- ¿Estamos seguros?

-No voy a mentirles. La verdad es que el Zadoc causo mucho desastre en la base; no contamos con suficientes provisiones y estamos incomunicados del mundo exterior. Seth fue a pedir ayuda a la base terrestre-

-Una buena noticia- Dijo Myles- Finalmente el ogro se fue. ¿Quién está a cargo ahora?-

-Heather- Dije con el ceño fruncido.

-Retiro lo dicho. Se fue el ogro y llego la bruja-

-Una bruja con el cabello naranja como una zanahoria- Bromeo Gian.

Ethan solamente miraba desde su cama la situación. Con indiferencia como era de esperarse.

-¿Qué haremos ahora?- Pregunto Gian.

-Tenemos que desayunar en unos minutos- Dije.

-Estoy hambriento- Dijo Gian.

-Ethan... ¿No piensas decir nada?- Pregunte con una voz tranquila.

Pensé que iba a contestarme groseramente; pero no fue así.

-¿Qué quieres que diga?-

-No lo sé. Estas muy callado-

-Me gusta el silencio a veces-

-¿Solo dirás eso?- Levante las cejas.

-No finjas que te importo Edeline. No seas hipócrita conmigo-

-No estoy siendo hipócrita. Lo admito, no eres de mi agrado. Pero si me intereso por ti y tu bienestar-

-Cuando detestas a alguien no te importa su bienestar. Solo te da igual- Dijo Ethan encogiéndose de hombros.

-Que tú seas así no quiere decir que todos lo seamos- Dije.

Ethan agacho la vista.

-Edeline- Comenzó Myles- ¿Cuánto falta para desayunar?

-Iremos en un momento. Voy a cambiarme- Dije entrando con mi uniforme al baño.

-¿Adónde iras?-

-Tengo que hablar de algo importante con Jaden- Dije cerrando la puerta.

Me di una ducha rápida y cepille mis dientes. Me puse un pantalón deportivo negro y el chaleco de seguridad con una camiseta negra debajo. Me coloque el cinturón de armas en la cintura y me cepille el cabello húmedo dejándolo caer sobre mis hombros.

-Ya regreso- Dije sin dar muchas más explicaciones.

Salí al pasillo para llegar a la habitación de Jaden que no quedaba muy lejos de la mía. Para mi sorpresa y casualidad del destino, él venia del lado contrario.

-Hola- Dijo Jaden.

-Hola- Sonreí algo tímida.

Tenía el cabello algo húmedo y supe que se había duchado. Ahora llevaba puesto el uniforme reglamentario. Unos pantalones azules y el chaleco de seguridad. Junto con el cinturón de armas colgando desde un hombro hasta el extremo de la cintura. Sus ojos tenían un brillo especial. Que nunca antes había notado