Taalia se acercó pronto a Elizabeth después de escuchar que la llamaba. Se encontraba arreglando el jardín, cuidar ese espacio era uno de sus pasatiempos favoritos, claro que eso también enojaba un poco a su querida madre, ese no es el tipo de cosas que debería hacer una señorita de su clase, aunque la duquesa ya no decía nada por esto, su hija tenía un don para tratar con las plantas.
Jared jugaba mientras esperaba a que la joven se desocupara.
Al ver como Elizabeth le señalaba una flor marchita, sintió un pinchazo en el pecho.
//Taalia descansaba después de la larga práctica de violín que había tenido junto a su maestro; él había dicho que tenía un regalo para ella. Le pidió que esperará unos minutos antes de enseñarle la sorpresa.
No tardó mucho en aparecer, aunque con las manos vacías, pero muy sucias. Taalia no entendió muy bien lo que había hecho el hombre, hasta que le pidió ir a su jardín, en el lugar lleno de flores, una en especial sobresalió.
Una bella flor de jazmín se erguía de forma esplendorosa.
- Un regalo para mi alumna favorita - dijo el acercándose un poco a ella.
La joven sintió un leve sonrojo correr por sus mejillas y pronto le sonrió dulcemente.
- La cuidare muy bien. //
El recuerdo se desvaneció tan pronto como llego, era la flor que había cuidado por tanto tiempo y con mucho esmero.
- Solía hablarle a esta flor de todo lo que pasaba con el profesor Anthon.
Bien era cierto que la flores no hablaban, pero estaban vivas, todas las plantas que ella cuidaba lo estaban y a cada una de ellas les conversaba cosas distintas.
No era más que una mujer extraña ante los ojos de otros, pero así es como le gustaba ser.
Para Taalia era seguro que esa flor había captado la tristeza de ella ante la partida de su educador de años, además no había pasado ni una semana, sin embargo que hace nada el jazmín estaba perfecto, brillante y robusto. Ahora las hojas estaban cafés, el tallo se había vuelto negruzco y estaba inclinado hacia un lado.
Miró con nostalgia la planta, tendría que sacarla pero le daba mucha pena tener que deshacerse de ella, soltó un suspiro ante esto, no había posibilidades de revivirla.
- Hermana, hay alguien allá arriba - regreso a ver al pequeño Jared ante sus palabras y desvío su mirada hacia donde el niño apuntaba con el dedo, y aunque solo fue por un segundo, una sombra se movió a un lado con rapidez.
¿Acaso alguien la estaba espiando?
Esa pregunta la hizo sentir un tanto incómoda.
- ¿Cuando ocuparon la casa de al lado Eli? - no esperaba que alguien llegará a vivir allí tan pronto.
- Ayer mismo señorita - contestó la doncella con rapidez - Después de su llegada del lago su madre me pidió que le informará de esto, pero usted no se veía muy bien como para recibir la noticia. Se que aquella casa tiene un valor sentimental para mi señorita.
- Gracias Elizabeth... - la joven de cabello cobrizo acomodó su vestido color crema y le sonrió a su doncella - Por pensar en mí bienestar.
- No es nada señorita - la muchacha le sonrió mientras reverenciaba ante su ama.
ESTÁS LEYENDO
Tentaciones
Historical FictionTaalia Ansset es una jovencita rebelde y que siente desagrado por las reglas que le impone la sociedad, apesar de esto, ella es una dama amable y llena de vida, su carisma la ha hecho sobresalir más de lo que cree. No le importa demasiado estar en b...