La joven Taalia no podía evitar sentirse incómoda, llevaba una semana de esa manera, desde que Lucas recibió aquella carta de parte de su padre se estuvo comportando extraño. El ambiente cambió a uno un tanto deprimente, por lo que se imaginó que algo bastante serio estaba sucediendo, pero no sé atrevía a preguntar, le daba miedo la reacción que él pudiera tener si ella se entrometía más de lo debido. Además que no paraba de observarla, la miraba sin importar lo que estuviera haciendo, tanto así, que los nervios no dejaron de acompañarla en cada actividad que practicaba y él se encontraba cerca.
Al menos el dinero de la dote y propiedades fueron enviadas por su padre entre esos días, así que Lucas dispuso de él con prontitud y se mantuvo ocupado dentro de su despacho con los asuntos de la fábrica y demás.
Limpió su boca cuando ya estuvo satisfecha, por fin terminó su comida. Llevo su vista al frente y volvió a notar que el tenía sus ojos puestos sobre el pañuelo que usaba, o más bien sobre sus labios; un leve sonrojo se apoderó de su rostro por lo que no dudo en apartar la mirada de él sin mediar palabra alguna.
"¿Que me sucede últimamente?" Se preguntó en reproche " Mis pensamientos son solo sobre esta persona... Debo estar volviendome loca."
— Taalia.
Tan pronto escuchó ser mencionada se congelo, guío su mirada al rubio por segunda vez, solo que ahora la sorpresa se reflejaba en cada una de sus facciones.
— ¿Algo está mal? — preguntó él.
— ¿Eh?
El oji-azul rió por aquella 'respuesta'.
— ¿Por qué me mirás de ése modo?
Solo entonces se dió cuenta de sus acciones, sintiéndose avergonzada no pudo evitar esconder su rostro.
— Disculpe mi comportamiento tan descortés — comentó aún con la sangre corriendo por sus mejillas — Es solo que me sorprendió un poco, ya que es la primera vez que me llama por mi nombre — carraspeó un poco al terminar de hablar.
También el se dió cuenta de ese hecho, solo hasta ahora usaba el nombre de pila de su joven esposa para llamarla. De algún modo le supó bien hacerlo, no le había pasado antes, ni siquiera con Patricia; con pronunciar ese nombre sintió un gusto inusual. Darse cuenta de lo que estaba sucediendo fue un poco difícil de entender, la necesidad se hizo mayor cuando se dió cuenta de sus propios sentimientos con respecto a Taalia en días anteriores.
La idea de dejarse llevar por ello lo seducía por completo.
— Tienes razón... — comentó con una sonrisa que conquistaría el corazón de cualquier dama — No me había dado cuenta.
Por unos segundos permanecieron en total silencio.
Taalia pensó que hasta ahí había llegado la conversación por lo que anunció su retiro y se levantó de su lugar para irse.
Lucas no la detuvó, en realidad no sabía cómo tratar con esto, nunca pasó por algo similar; cuando estaba con Patricia solo tenían relaciones sexuales o la escuchaba quejarse de su padre, claro, ella era cariñosa, pero solo buscaba satisfacer su propio ego y olvidar su tristeza con su amante. Analizando poco las cosas, no sabía mucho ee ella, nunca tuvo las ganas de conocer más que su cuerpo y poder consolar su soledad.
Ahora con Taalia era diferente, tenía el fuerte deseo de saber más sobre ella, que cosas le gustaban, que no le agradaba, los pasatiempos que tenía, cuál era su comida favorita, que sueños quería cunplir y todo ese tipo de cosas en las que antes no pensaba.Tal vez, solo un poco... Estaría bien dejarse llevar.
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"Taalia"
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Tentaciones
Historical FictionTaalia Ansset es una jovencita rebelde y que siente desagrado por las reglas que le impone la sociedad, apesar de esto, ella es una dama amable y llena de vida, su carisma la ha hecho sobresalir más de lo que cree. No le importa demasiado estar en b...