Capítulo 9: Lo que es correcto

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Las imágenes de lo sucedido el día anterior se repetían en la cabeza de Lucas, se levantó del asiento dirigiendo sus pasos hacia la repisa de su habitación donde se encontraban varios libros de fantasía, escogió uno de una portada verde oscura con el título "Blue Dragon: Las escamas malditas". Ese libro había sido uno de sus favoritos desde que era muy pequeño. Volvió a su asiento y empezó a leer, esperaba poder adentrarse en ese mundo como muchas otras veces, pero nunca pasó de la primera página, se distraía con los recuerdos de su mente.

¿Por qué no podía dejar de pensar en la hija menor de la casa Ansset?...

" La gente que se encontraba presente empezo a rodear a la protagonista de tan loca acción, empezaron a criticar el como tontamente la joven había arriesgado su vida por salvar a un simple perro. Por otra parte Taalia se apoyaba en su doncella y su pequeño hermano lloriqueaba por la conmoción.

Lucas no pudo evitar sentirse sorprendido, ¿Por qué de entre todas las personas del mundo, tenía que ser precisamente ella quien salvará a Blake? Siguió observándola y aunque no quiso supo que tenía que ayudarla.

— Permítame — se acercó, pero la que se mostró incómoda era Elizabeth.

— No es necesario mi Señor— habló la joven doncella con un toque de rencor y con esos mismos ojos austeros que lo habían recibido la noche en que dejo a Taalia en casa de su hermana mayor — Puedo ocuparme de la señorita, no hay necesidad de que se moleste en ayudar.

Esa respuesta no le gusto a Lucas por lo que rebatió esas palabras con lógica — No me parece que la señorita Ansset se encuentre en las condiciones de caminar y llevan a un niño pequeño a su lado, no es prudente que actúe de este modo, y más cuando su señorita se encuentra en este estado.

Taalia abrió la boca para hablar también pero de pronto se desvaneció y cayó en la inconsciencia. Lucas sin esperar la aprobación de Elizabeth la atrapó en sus brazos cargando su cuerpo sin demostrar esfuerzo, estaba acurrucada en su pecho lo que lo hizo sentir extraño.

El cuerpo de ella era distinto al de Patricia, el de esa joven era pequeño y frágil y carecía de figura voluptuosa, pero le pareció más acorde con él y... No, no, no... ¿En qué tonterías estaba pensando esta vez?

Pronto el murmullo de la gente tomó lugar a su alrededor, no saldría nada bueno de este incidente, de eso estaba seguro, aún así, no podía dejar a la joven a su suerte.

Mientras más avanzaban Lucas sintió algo raro, miro de reojo a la doncella que le acompañaba y noto ese intenso odio que lo corroía ¿Cuál era el problema de esa mujer? Nunca en su vida la había visto antes como para que ella lo viera de esa manera. Tal vez Taalia le contó algo sobre la manera en que se conocieron o el trato que le dió él en otras ocasiones, y aún así, pensaba que lo máximo que debería sentir por él era molestia.

La preocupación en el rostro del pequeño hermano de la joven era latente, Lucas no tenía una afinidad muy buena con los niños pero le sonrió buscando que se tranquilice, y aunque pensó que no funcionaría fue todo lo contrario. El pequeño le devolvió la sonrisa y desvío su mirada hacia Blake, que había entendido perfectamente los problemas que causó, ya que la energía de su amo lo decía todo, por lo que caminaba a su lado sin despegarse ni un segundo. Y continuaron en silencio hasta que de lejos divisaron sus respectivas casas.

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