Caminé junto a Al, por fin, tras insistir mucho, Al se convenció y me llevó a las cataratas. Le cogí la mano, él sonrió y me miró.
--Tengo una pregunta -- dijo él-- llevamos algún tiempo "juntos"-- que mono, se sonrojó al decirlo-- y no se...
-- Ve al grano, soy yo -- me puse delante de él y le toqué el pecho, justo en el corazón-- ¡eh! Qué la qué te habla soy yo.
Vi como apretó la mandíbula.
<<Oh mierda, dije algo que no le gustó. Muy bien Nala, muy bien>>
Miré al suelo y caminé apenada. Hubo un silencio horrible, ¿lo había estropeado? No podía ser... Cálmate, prueba otra cosa.
-- Al... ¿Estás enfadado? Fui mirando su cuerpo, delgado y alto, y llegué a su cara. No me lo podía creer, él sonreía de una manera radiante, incluso sentí ganas de apartarme. Siempre fui esa chica que prefería la sombra, la luz que emitía este chaval... Me estaba deshaciendo.
--¿Al?
Él me abrazó. Le rodeé el cuello con los brazos y lo besé.
--¿Qué pasa con esa sonrisa? -- le dije y lo volví a besar-- ¿Se podría saber que hice?
-- Mucho más de lo que crees.
Me cogió el rostro con las manos, cerré los ojos esperando el beso que nunca llegó. Lo miré, un tanto enfadada. Él sonreía, teníamos las narices juntas, JO YO QUIERO MI BESO.
--Cógeme-- me lanzó una miraba juguetona y empezó a correr.
Me quedé con la boca abierta y corrí tras él, mientras que me miraba y sacaba la lengua de forma sexy. Agh, deberían restringir a los hombres tan sexy' s. Él paró en seco, lo que yo aproveché para saltarle encima.
--¡Te cogí! -- no creo que fuera mi intención, pero aún así lo tiré al suelo.-- así que eras de esas,Nala. Creo que tendré que vigilarte más de cerca...
Me acarició el pelo, puso una expresión de cachorro y dijo una de las cosas más bonitas que alguien me dijo.
-- Quiero que me escuches.
Asentí.
--no se lo que pasó con el gato feo -- tragué, estaba asustada-- y sería una estupidez decirte que no estoy celoso, por que lo estoy... Y mucho! No sé las razones que tuviste para hacerlo, pero me da igual.
Abrí los ojos como platos.
-- Yo soy un estúpido que, con saber que tú me quieres, le basta.
Me dejé caer encima de él, quedamos pecho con pecho. Le di un beso en la oreja. Levanté la cabeza y lo besé, mordí su labio inferior.
-- Te dije que quería mi beso.
Él se empezó a reír.
Nos transformamos y corrimos, corrimos, corrimos... Y nos caímos, como no, parecía ser que nos pasaríamos la vida rodando por el suelo. Llegamos a las cataratas. Bajamos por un peñasco y las contemplamos. La catarata era imponente, descendía por las piedras, rompiendo contra el suelo y dejando nacer un ancho río.
-- Dios mío, es precioso -- chillé, dando vueltas y vueltas sobre el risco.
-- cuidado, no te caigas -- me sujetó de las caderas. Yo me sonrojé, pero le sonreí.
Bajamos aún más, él aprovechó que estuvimos justo delante de esta para cogerme de las manos.
-- Nala, ya han sido muchas veces las que no te he podido proteger, pero... -- se sonrojó un poco y me miró, tuve que hacer un esfuerzo sobrenatural para no perderme en sus ojos-- ¿Quieres ser mi novia?
-- ¿qué si quiero? -- él asintió con la cabeza alta-- CLARO QUE QUIERO.
*********************************************************
ESTA PARTE HA SIDO DE ROMANCE. SÉ QUE ME QUERÉIS MATAR POR NO SEGUIR LA HISTORIA, PERO NECESITABA ESCRIBIR SOBRE ELLOS DOS. TAMBIÉN SÉ QUE ES CORTO, PERO TENGO CLASE Y ME CUESTA UN POCO ESCRIBIR.
EscritoraLebaniega.
![](https://img.wattpad.com/cover/21584120-288-k929309.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El amanecer de un día peludo (editando)
Roman pour AdolescentsA la pobre Nala, su novio la dejó con una estúpida frase, al llegar a casa, se da cuenta de que está más sola que nunca. Lo que nunca se esperaría, sería que conocería a un chico guapo que acabaría siendo el comienzo de su nueva vida.