capítulo 6 p.1

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Nos levantamos al mismo tiempo, sobresaltados por un extraño sonido, como un lamento. Era de lobo, eso seguro. Me transformé, pero al ser de noche y yo ser blanca, no me ayudaría a camuflarme. Plan B, subir en Al e ir con él. 

--Alard

<<¿Qué pasa?>>

-- Tengo miedo.

Frenó de goloe, por poco salí volando. Se volvió humano de nuevo, la luna iluminaba su cabello negro, me cogió de los hombros y me alzó la mirada con dos dedos.

-- ¿de qué tienes miedo? --estaba muy serio-- ¿Es de mí?

--¡No! --lo que me acababa de decir era estúpido-- ¡Claro que no me das miedo Al, yo...!

--¿Entonces... Qué pasa?

--Pues que todo esto ha cambiado, una luz rara me persigue, no sé si Kan y los otros están bien, hace siglos que no veo a mi hermano y...

No terminé, él me cerró los labios con un beso sincero.

--Al, va enserio.

--¡Yo también voy enserio! Te recuerdo que llevo en este negocio más que tú.

--A claro, pero estoy segura de que a ti no te ha buscado la luz asesina, mordido un lobo sicópata o arañado --me tapé la boca con las manos, no podía recordar aquello, hace seis años me propuse olvidarlo...

Iba a protestar, pero pensó en lo que le acababa de decir y preguntó, para mi mala suerte: --que te pegó ¿Quién?

--Nada.

--Contéstame, Nala.

--¡No pasó nada! --chillé, pero no pude evitar sonar desesperada-- nada de nada.

Se cruzó de brazos, ahora lo veía claro, estaba lidiando con un cabezón de cuidado. Negué con la cabeza.

--Si me quisieras me lo dirías --Oh, ese mismo comentario infantil, ese comentario me sacó de mis casillas.

--¡Qué! ¿Cómo puedes decirme eso? Solo por tu puta curiosidad no te da miedo entrar en la cabeza de otra gente --estaba tan frustrada que lo que decía empezaba a perder sentido-- Joder, ¿no tienes corazón? ¿Quién te lo arrancó? ¡TÚ NO ENTIENDES NADA!-- empezé a llorar, bien Nala, si antes quedaste mal, ahora quedaste como el culo.

Me abrazó con fuerza, me estaba ahogando. Refugié la cabeza en su cuello, recordar dolía.

--Lo siento, lo siento --su manera de disculparse era infantil-- pero quiero que me lo cuentes. Nunca he tenido un trauma, pero quiero ayudarte. Quiero entenderte.

--De camino --le dije finalmente, fascinada por su amabilidad, decidida a desenterrar el dolor que lleva años dentro de mí. 

Mientras que caminábamos (por la noche no podíamos correr) empezé. 

<< Yo soy adoptada, nací en la costa Cantábrica.Mi vida era normalita, con sus altibajos. A los cinco años, salí a la calle a jugar. Mis amigos me esperaban a la orilla del río Deva. Era verano y nos apetecía bañarnos, el agua estaba buenísima --hize una pause, reuní valor y seguí-- yo siempre fui de las que salía rápido del agua, pero ese día unos de mis amigos me retó a nadar durante una hora, nadé y nadé corriente abajo. Hasta que oí gritos. Me dirijí a la parte menos profunda, me levanté y fui a la roca en la que nos reencontrábamos siempre. Cuando llegué descubrí a... mis amigos...>>

--¿Nala?--Alard, estaba ahí --¿puedes seguir?

--No-- me aferré a dos mechones negros-- ¿Y si te lo cuento otro día?

--De acuerdo.

Galopamos (por así decirlo) hasta llegar de nuevo a la cabaña, estaba amaneciendo y yo ya no brillaba como un chaleco reflectante. Bajé y olfateé el aire, no olía a sangre, ni a cadáver pero olía a... pelo quemado, mierda. Fui detrás de la cabaña, ahí el olor era más fuerte. Busqué algo que me dijera "Están bien" Oh no, Oh no, Oh no, Oh no. Olía a pelo quemado y... a gato. Una escena se me vino a la cabeza, cuerpos de niños rodeados de sangre, una persona con garras. Me ataca. Chillé de puro terror, Al llegó corriendo y me sostuvo. 

Lo sabía

Lo sabía

Lo sabía

No tendría que haber recordado, era culpa mía... No, culpa de Alard. Sí, culpa de Al. ¿Por qué no me podía enfadar con él? me agarré la cabeza y cerré los ojos. La técnica, sí, la técnica que mi madre me enseñó. Conté hasta diez y me los imaginé, en sus mejores momentos. Recordé las palabras de mi padre:

--No fue culpa tuya, que sobrevivieras solo tú no quiere decir que te odien.

Recuperé la cordura.

--Lo- Lo siento --traté de incorporarme,  pero Al me tumbó contra su pecho. --Descansa un poco más. 

--Tenemos que buscar al clan --sugerí, parecía que él se había olvidado de eso.

Con las fuerzas renovadas me levanté, me combertí en lobo y emprendí la carrera. Con la luz del sol podíamos correr más rápido, por la noche no vemos bien y siempre tenemos que meternos por lugares, seguros, pero que te hacen ir más lento. Seguímos el rastro de nuestro clan. 

<< Alard, el asesino de mis amigos...>>

<<¿Puedes contármelo?>>

<<Sí, fue una persona con garras. Tenía el pelo blanco, ojos amarillos y --una arcada me obligó a parar--  luego se lamía las garras--volví a correr>>

<<Ay madre>>

<<¿Qué?>>

<<Conozco a la persona que les hizo eso, un gato blanco de lo más estúpido y con buen sabor>>

Lo miré, ¿buen sabor? Claro, este ya lo había mordido. Ahora daba igual.

<<¿Quiéres que lo busquemos?>>

<<Después de haber abrazado a Carla y golpeado la barriga de Kan>>

<<Jajaja>>

Nos concentramos en el olor. Justo en mi mejor momento, cuando estaba siguiendo la mejor muestra del olor.

<<Oye>>

<<¿Hum?>>

<<¿Crees que me bloquearé?>>

<<¿Con qué?>>

<<Pues con el felino que rastreamos, casi me mata hace años... Tengo miedo de no poder con él>> 

<< ¡No dejaré que nadie ta haga daño! ¡Aunque me cueste el cuello!>>

Anonadada por esa declaración, decidí darlo todo en el combate. Decidí que no quería ser la debilucha que le teme a un felino asesino.

Piensa que es un gato mareado, gato mareado. Un gato mareado con garras mortíferas, dientes de cuidado e inteligencia humana.

¡Eh! Cerebro ¿Se puede saber por qué me metes miedo?

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Y aquí se quedan los traumas que Nala sufre desde pequeña. ¿Será ese gato el que mandó a la luz? ¿Podrá enfrentarlo sin bloquearse?

Sé que me ha faltado una de las frases que os dije que pondría, pero esa y otras dos (que pondré ahora) vienen en el siguiente.

--Lo sabía, Pedro no fue.

-- No permitiré que vayas a él de nuevo, no puedo perderte.

EscritoraLebaniega

El amanecer de un día peludo (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora