Regret.

Capítulo 30 (Final)

Hoy era el último día que se quedaban en Suiza, y Bucky tenía planeado un día especial. Necesitaba mantenerlo todo el día fuera de la cabaña, ya que le dijo a Zara que decorara bastante bonita la habitación.
Fueron a hacer un tour por el lugar, esquiaron, comieron e hicieron más actividades. Cuando ya iban a regresar, Bucky disimuladamente le envió un mensaje a ella para ver si lo había logrado y la pelirroja respondió que sí.

—Dormiré como un oso esta noche, estoy agotado. —Sonríe acariciando la mano del castaño.

—Sí, hoy fue un día increíble. —Besó su mejilla y le extendió las llaves.— ¿Abres tú?

—Claro.

En cuanto abrió, se podían ver unas velas aromáticas alrededor de la habitación que desprendían un aroma muy suave a canela. Había algunos pétalos de rosas en la cama y en el suelo, también había redecorado la cama con sábanas blancas y rojas. Había una botella de champaña y dos finas copas en una mesa que tenía rosas por igual. Un pequeño parlante hacía sonar música para ambientar mejor la situación.
El rubio abrió levemente su boca, estaba sorprendido. Entró más y miró alrededor, estaba muy bien decorado. Bucky cerró la puerta, miró la cabaña y asintió.

—Buen trabajo, Zarie. —Pensó. Luego tomó la cintura del rubio y besó su cabeza.— Está lindo, ¿no?

—Bucky... —Es obvia la intención y Steve la sabe, pero es un momento romántico. El castaño quería que así fuera, ya que siempre tuvo en mente que el rubio a veces se sentía algo inseguro con respecto a ese tema.— ¿Tú lo planeaste?

—Por supuesto, Stevie. —El menor se volvió y envolvió su cuello con sus brazos.

—Está hermoso, gracias. —Sonríe y lo besa. Igual se sentía nervioso.

—Steve... —Sus pulgares acariciaban su cintura. No estaba muy seguro de cómo pedírselo.

—Dime, James.

—Sabes que esto es para ti y... en serio quisiera disfrutar este momento juntos. —Lo abrazó fuerte y sus labios se pegaban suave al cuello del rubio. Steve se removió un poco, pero susurró.

—Buck, yo...

—Tranquilo, ¿sí? Si no deseas que demos ese paso aún, sabes que te respeto siempre.

—No es eso...

—Sé que no lo hemos hablado demasiado, pero... —Steve suspiró. Era necesario hablarlo, pero decidió dejar que las cosas fluyeran a pesar de los pensamientos inseguros que tenía sobre su cuerpo. Solo lo miró y lo besó.

—Es la última noche aquí, disfrutémosla. —Bucky se sorprendió, esperaba un poco más de negación.

—¿En serio? ¿En serio, en serio? —Steve sonrió y asintió.

—Sí, bueno, estoy nervioso, pero el detalle es muy hermoso y... solo podría confiarte a ti este momento. —El castaño sonrió y lo besó.

—Te adoro, pequeño.

Empezó a besarlo suave, guiándolo a la cama lento. Steve se recostó y ninguno quiso apresurar el momento, era muy especial y algo que solo había sucedido en sus mentes. El castaño pronto ató rápido su cabello y siguió, besándole su cuello. Las manos del rubio recorrían la espalda del contrario. Estaba muy ansioso, pero James siempre le afirmó que estaba seguro en sus brazos. Se quitaron sus abrigos, bufandas y zapatos mientras se besaban con un poco de intensidad. El castaño se apoyó un momento en sus rodillas para quitarse su camisa. Steve sonrió leve, sumamente complacido por la vista.

—¿Me veo bien?

—Eres perfecto, James. —Puso una de sus manos en su abdomen, acariciando, pero Bucky la tomó y la besó.