There is a new opportunity everyday

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A la mañana siguiente, las cosas en el campamento comenzaban a parecer favorables para las tropas de Alexander Macquoid, teniendo bajas considerables y tomando el reino por un momento, logrando la huida de Miklos Wantheft y su familia. Además de una de las mejores noticias que se pueden avisar; el príncipe Rhyse, hermano de Sebastian, estaba muerto. -Se suponía que no escaparían, ¿por qué no los alcanzaste? - preguntó Lowcram sonriendo sentado a un lado de Alexander, el cual se mantenía serio, recordando aquella trágica escena en la cual miró a esa niña; el verla sufrir por su hermano le recordaba una parte de su vida, cuando su padre lo exilió del reino y miró a su hermano Roman gritando su nombre. Día del cual nunca volvió a ver a Roman y a su madre. -¿Todo bien? - preguntó Lowcram al no ver la presencia de Alexander. -Si. Solo recordaba su asquerosa saliva tocando mi piel cada vez que gritaba - el comentario provocó algunas risas, -preparen todo para el viaje de regreso señores, partiremos en un par de horas - indicó Alexander.

-Mi señor, tiene una carta que llegó de urgencia hace unos minutos - Malena, una de las nanas, entregaba las malas noticias a Huge Macquoid y salió de la habitación. El rey abrió la carta, que al parecer, venía del reino de Bulgymnus, en la ciudad de Antartea, específicamente. Después de unos segundos arrugó el papel, lo tiró y salió apresurado para reclutar a su familia en el salón de ceremonias.

-Rhyse Wantheft está muerto - dijo Huge al comunicarle la noticia a su hija y a Sebastian, el cual volteó hacia el rey. -¿Qué? - dijo Sebastian al reaccionar de manera sorpresiva a la información otorgada por Huge. -Tu hermano mayor ha sido asesinado - Sebastian tomó por sorpresa la noticia nuevamente hasta que reaccionó. Se paró de un brinco y comenzó a golpear la mesa unas cuantas veces, para después tirar la silla y patearla. Huge y Giselle lo miraban con seriedad, a Giselle le dolía un poco, ya que la pérdida de un familiar es duro. Pero a Huge parecía no importarle, porque lo miraba tratando de ver que le importaba, pero su hija conocía su otra cara, solo sufriría su algo le sucede a él. -¡Tengo que ir con mi padre! - exclamó el joven mientras caminaba hacia la salida. El silencio reino por unos segundos hasta que Huge arrastró su silla para levantarse. -¿Miklos te lo ha dicho? - preguntó la joven. -Sí. Al parecer se encuentra fuera de la capital. Se refugiará al sur junto a su esposa y su hija, además de tener a la ahora viuda del príncipe - comentó Huge, sorprendiendo a Giselle aun más. -¿La hija del antiguo reino de Euthalea? - preguntó Giselle. -Ese mismo. Y lo que no me sorprendió fue el hecho de que la chica estuviese embrazada, sino que Miklos piensa que yo tuve que ver es esto - Giselle abrió los ojos, ya que las sorpresas venían cada vez más. -¿Por qué lo dices? - cuestionó la princesa a su padre. -Porque el que asesino a Rhyse Wantheft, fue el bastardo de Alexander - Huge se levantó de su asiento en busca de Sebastian. Dejando a la joven pensando completamente. Su hermano se encontraba atacando Bulgymnus, y significaba que estaba del lado de Santartia. Sabía donde podría encontrar a su hermano. Pero aun no estaba preparada para salir del castillo, porque prefería continuar preparándose.

Al llegar la tarde, Giselle estaba arreglándose para su clase de combate armado con ayuda de Pietra cuando tocaron la puerta. -¿Giselle? ¿Tienes un momento? - dijo Huge. Rápidamente la joven bajó su vestido y tomó asiento, fingiendo que Pietra le cepillaba el pelo. -Entra - dijo la princesa mirándose al espejo. -¿Puedo hablar a solas contigo? - Pietra entendió la referencia y salió de la recamara. -Iré un par de días hasta Antartea para explicar todo al rey Miklos - comentó el rey entrando a la habitación, parándose a un lado de Giselle, -no se si algún día lo dije, pero yo he confiado en ti desde hace mucho. Tu seguridad, tu valor y tu dedicación son aptitudes que te describen muy bien - dijo. -¿A qué quieres llegar con esto, padre? - preguntó la joven después de escucharlo. -Quiero que te cases con Sebastian Wantheft lo antes posible - Huge se puso en cuclillas y miró a su hija, -necesito a Sebastian detrás de nosotros para que no nos pase nada a ambos. Somos los últimos descendientes de la familia Macquoid, y no quiero que nada nos separe -. -No confío del todo en ti, padre. Tus palabras son gentiles, y estoy dispuesta a casarme por unirnos en la guerra pero, lo que dices es contradictorio. Quieres que nada ni nadie nos separe y mira a Alexander. No he sabido nada de él desde que.. - Giselle prefirió callar y bajó la cabeza. -Alexander nunca fue un Macquoid - Huge tomó el bello rostro de su hija, -eso es lo que decidió al marcharse con el enemigo - contestó. -¿Y si nunca fueron nuestros enemigos? ¿Tuvo tanta relevancia el hecho de descubrir el amor que sentía por Iulian Berycloth? - Giselle dejó callado a su padre, bajando su mirada y suspirando. -Una razón suficiente para crear un conflicto - respondió Huge levantando la cara, -Iulian Berycloth, su familia y el reino entero son nuestros enemigos, te guste o no - Huge se levantó y caminó hacia la puerta. -No creo que pensando en ese imbécil puedas cuidar Ferranon sin mi presencia - salió. Giselle pensó sobre cuidar el reino sin él, pero al conocerlo tan bien, sabía que podría a alguien más para que la ayudara. Seguía sin confiar en ella. Dejándole una desagradable plática al mencionar temas que no se atrevía a mencionar, sobre su hermano, y sobre Iulian Berycloht.

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