Kingdoms

Wanted

-¡La princesa está desaparecida! - exclamaban algunos hombres mientras corrían por las calles de la aldea. Giselle y Shanke se escondían detrás del establo, tratando de ingeniar una buena razón. -Tengo una idea, siga la corriente - Shanke caminó hacia la calle. -¡La princesa Giselle está aquí! Esta bien, solo estábamos dando un paseo nocturno como acostumbra! - Shanke dio la señal a la joven, la cual caminó para exponerse ante todos. -¡Amada mía! ¡Creí que te había perdido! - dijo Lord Naarce, al acercarse a la joven y cobijarla con un fuerte abrazo, -es muy peligroso salir por las noches y menos sin avisar -. -Los paseos nocturnos los he acostumbrado desde siempre, Lord Naarce. Le he avisado a Shanke sobre esto - Lord Naarce miró a la sirvienta por un momento y luego miró de vuelta a Giselle. -Los podrás realizar siempre y cuando algunos hombres estén detrás de ti. No imagino perderte - Lord Naarce acarició el suave rostro de la joven. -¡Todo está bien! ¡Regresen a sus actividades! - el hombre dio la orden para que todos regresaran a sus tiendas o siguieran patrullando la aldea. Llegaron a la tienda donde Giselle dormía y Lord Naarce se despidió con un pequeño beso en la mejilla. Giselle odiaba cada instante en el que el hombre se le acercaba o que la mirara. Su desesperación por salir del lugar era cada vez mayor, pero tenía que hacerlo con inteligencia. -Traigan a la sirvienta - Giselle escuchó a Lord Naarce dando la orden de una manera no muy amable. -Mi señor - Shanke se presentó segundo después ante Lord Naarce. -Cuando ella quiera hacer algo, deberás contarme todo. ¿Entendiste? - Lord Naarce no sonaba muy calmado. La princesa seguía escuchando detrás de la cortina, cuando se asustó por un segundo, al escuchar un golpe, seguido de un pequeño quejido de Shanke. Giselle cerró lo ojos y caminó hacia su cama.

Iulian despertó nuevamente sin fuerza, le costaba un poco el abrir los ojos y temblaba de manera inevitable por la falta de agua y alimento, además del clima frío y seco, lo único que le quedaba era dormir cuando estaba solo, la noche se daba a notar por la poca luz de Luna que entraba a la habitación. El mismo hombre rubio que lo había estado atormentando con su presencia, regresaba con un utensilio diferente cada vez, y aseguraba que no sería la excepción. Se paró a un lado de Iulian, mirando que apenas podía levantar la cabeza. -¿Dónde está? - dijo las únicas palabras que le decía desde que se vieron por primera vez. -Algún día estarás en una silla mientras te destrozo parte por parte - el príncipe amenazó algo lento y débil, esperando su tortura de regreso por no saber aun sobre lo que hablaba el hombre. Y como era de esperarse, sacó una navaja un poco más grande que la anterior y cortó lentamente en el rostro del príncipe, a un lado de otra marca que se podía deducir que fue hecha por la misma razón. Iulian solo cerraba los ojos mientras soportaba el dolor, gritar ya no era bueno si quería ahorrar la poca energía que le quedaba. Después de esto volvió a caer, como su hubiese sido por un desmayo.

La noche comenzaba a llegar a su punto más alto, cuando en Centrum, continuaban buscando a Iulian, desconocían las razones de su partida, llegando a la conclusión de que había sido capturado por alguien demasiado listo, que evitó toda la guardia y a los que habitaban el refugio en ese entonces. -No tenemos noticias sobre el príncipe Iulian, mi lady. Nadie lo vio salir si quiera de la fortaleza - John Poliakov bajó de su caballo y se dirigió a Luciv, la cual continuaba parada frente a la entrada del refugio, mirando el reflejo de la Luna en la costa del río Folko, -pero el señor Olivier se encargará de llevar en cuanto antes el mensaje al rey, para que podamos proceder a una búsqueda por todo el reino -. Las palabras del capitán no eran las suficientes como para calmar los nervios de la joven, que se mantenía congelada en el exterior pero llena de angustias en el interior.

-Mi señor - Marcus Lowcram entró a la habitación de Bogdan y Lauren Berycloth en la madrugada, evitando la espera en la noticia, -el mensajero que estaba con su hijo está aquí -. Bogdan se levantó de la cama y se dirigió hacia el salón de estrategias.