-Hace frío, ¿cuánto tiempo llevas aquí?
-La verdad no lo sé.-me encogí de hombros mirando alrededor.
-George no ha salido en todo el día, ¿te importa ir a ver si está bien?
-Am...no, prefiero no ir.
-¿Por qué?-frunció el ceño.
-Pues...porque no.
-Por favor, eres la única a quien le abre la puerta siempre.-rogó.
Suspiré.
-Es que yo...-no encontré una buena excusa-Está bien, iré.
Cuando llegué me encontré a Brian con la oreja pegada a la puerta.
-George, no has venido al ensayo hoy, no has salido de ahí desde anoche. Por favor, solo dinos si estás bien.
-Dejadme solo.-escuchamos los tres.
-Ya me quedo yo, Brian.-toqué su hombro-Hablaré con él.
Asintió y se llevó a Ringo.
-George...-lo llamé-Abre, por favor.
-¿Por qué te fuiste esta mañana?-pude saber que estaba justo al otro lado de la puerta.
-Bueno...yo...quería estar con John cuando despertara para que no hubiera problemas, no creo que se acuerde de nada.
-Y tú preferirías no acordarte...-dijo por lo bajo.
-Déjame entrar, por favor.
-¿Para qué?-suspiró-Es tarde, deberías volver con él.
Miré a atrás para asegurarme de que no había nadie allí.
-No quiero volver con él, quiero estar contigo así que por favor déjame entrar.-solté rápido.
Hubo un silencio en el que pensaba que ni siquiera me iba a contestar pero abrió la puerta y lo pude ver con los ojos rojos y el pelo revuelto.
Abrió los brazos y me lancé a ellos, haciéndolo dar un paso atrás.
-No vuelvas a hacer esto.-susurré en su cuello.
-No entiendo por qué te afecta tanto.-suspiró sin soltarme.
-Porque eres...eres mi amigo.-pronuncié con dificultad.
Cortó el abrazo.
-Tienes que irte.-me alejó.
-George...
-En serio, vete.-cerró la puerta dejándome fuera.
Suspiré con pesadez y me froté la cara antes de volver con John.
