-¡BRIAN!-salí corriendo-¡Estaba abierto junto a su cama!-le di el recipiente.
-Son antidepresivos.-las vació en su mano para contarlas-¡Se ha tomado seis, corre, dile a Ringo que se lo diga a la ambulancia! ¡Y QUE NO TARDEN!Bajé a toda velocidad por las escaleras sin siquiera mirar dónde ponía los pies, encontré a Ringo y Paul hablando por teléfono.
-Chicos, déjadme.-les pedí el aparato y me lo dieron-Hola, acabo de encontrar en su habitación un bote de antidepresivos, se ha tomado seis ¿qué debemos hacer?
-Ya está la ambulancia en camino, ¿cuánto tiempo hace que se los tomó?
-No lo sabemos. Se desmayó hace como seis minutos.
-Deben de estar a punto de llegar, no lo dejen solo.
-De acuerdo.-¡Ya están aquí!-avisó Ringo.
-Llevadlos arriba, Brian tiene el bote. ¡Ya han llegado, gracias!-colgué y fui con ellos.Abracé el brazo de Paul con los ojos llenos de lágrimas mientras lo ponían en la camilla.
-Necesitamos que venga alguien con él.-dijo uno de los hombres.
-¡Iré yo!-contesté rapidamente.
-¡Vamos!-se lo llevaron.
-Avísanos en cuanto sepas algo, tengo que hacer unas llamadas pero iremos en menos de una hora.-me abrazó Brian-Tranquila, va a estar bien.-susurró.Bajé hasta el vehículo y subí, conmigo iba otro hombre que le puso algunos cables que mandaban sus latidos a una pantalla además de un suero en el brazo y una mascarilla de oxígeno.
-¿Es muy grave?-lo miré empezando a sollozar.
-Pues...las pastillas vienen en cápsulas, tenemos que hacerle un lavado de estómago aunque por la pinta que tiene lo más probable es que ya estén abiertas, al menos la mayoría.
-¿Se va a morir?-rompí a llorar y suspiró.
-Haremos todo lo posible para que eso no ocurra.-puso una mano sobre mi hombro.