Cuando llegamos, se lo llevaron al quirófano.
-Quédate aquí, ahora vendrá el médico a hablar contigo ¿vale?
Asentí.
-Tranquila, vamos a hacer todo lo que podamos.-habló alejándose.
Me senté a esperar y al poco llegó el doctor.
-Hola, ¿eres la chica que vino con el Beatle?
-Sí, soy yo. ¿Está bien?-me levanté lo más rápido que pude.
-Es muy pronto para saberlo, lo están preparando para la operación pero es muy probable que quede en coma.
-¿Por cuánto tiempo?-me dio un escalofrío.
-No se puede saber, pueden ser horas, días, meses...años...
Rompí a llorar.
-No puede ser.-me cubrí la cara con las manos.
-Lo siento...si te sirve de consuelo, en algunos casos se despiertan cuando pasa el efecto de las pastillas.
Lo llamó una enfermera.
-Cuando esté en la habitación te avisaremos.
-Gracias.-me senté otra vez sin dejar de llorar.
Cuando llegaron los chicos, yo estaba dando vueltas en la sala de espera. Les conté lo que me había dicho el médico y se dispersaron por la sala mientras operaban a George.
-Sami, ven conmigo.-me llamó John y miré a los demás.
-Avisaremos en cuanto sepamos algo, no te preocupes.-dijo Paul y asentí.
Seguí a John por un pasillo hasta la cafetería del hospital.
-¿Quieres algo?
-Un té, por favor.-me senté.
-Bien, iré a pedir.
Cuando volvió se sentó delante de mí y me agarró la mano.
-¿Estás bien?
-No, necesito saber que no le va a pasar nada.-se me llenaron los ojos de lágrimas.
-Vamos a quedarnos con él pase lo que pase ¿vale? Me molesta que esté tan cerca de ti porque sé lo que puede pasar pero también es como mi hermano así que quiero que se recupere pronto.
Me apoyé en la mesa y le di un beso en la mejilla.
